Un intermitente Alcaraz se acerca al título y a Djokovic

Con algunos momentos de absoluta brillantez y activación y otros de clara desconexión, Carlos Alcaraz avanzó en el Río Open a costa de Dusan Lajovic (9-0 contra serbios), a quien había ganado la semana pasada en Buenos Aires y en la misma ronda, cuartos. El español de 19 años, que lo pasó mal para superar el día anterior al imprevisible y genial Fabio Fognini (6-7 (5), 6-2 y 6-4 en 2h47), venció también con ciertos apuros al serbio de 32 y 80º del mundo: 6-4 y 7-6 (0) en 114 minutos. Pese a su juego intermitente, Carlitos está en semifinales.

Este sábado (sobre las 23:00, Movistar Deportes) se medirá con el chileno Nicolás Jarry, de 27 años y 139 del mundo (aunque este lunes regresará al top-100) y que superó al argentino Sebastián Báez por 6-3 y 7-6(3) en el último partido del día en la Quadra Guga Kuerten. Alcaraz está más cerca de su segundo título consecutivo en el ATP 500 brasileño y de empatar a puntos en el ranking con Novak Djokovic, que mantendría el uno porque sumó más en los torneos importantes.

El primer set pintó raro para Alcaraz, como el inicial del día anterior, pero después de perder el saque y verse con un peligroso 4-2 en contra, el murciano cambió el chip, jugó más agresivo con el drive y empezó a sumar golpes ganadores. Estaba muy parado de piernas hasta entonces, y un tanto conservador. A partir de ese punto de inflexión se adueñó del encuentro y desbordó a un rival que le estaba planteando bien las cosas, con la lección de hace una semana más o menos bien aprendida. No le bastó, porque con un parcial de 5-0, Carlos se llevó la manga y abrió con ventaja la segunda.

Vaivenes otra vez

Serenado, el número dos del mundo, que servía mucho mejor que ante Fognini, aseguró sus turnos hasta que en otro momento de inspiración, Lajovic volvió a quebrarle con un ejercicio de paciencia encomiable. El balcánico manejaba bien, sobre todo, las direcciones, porque sabía que Alcaraz acumulaba seis partidos en nueve días. Se vieron caras serias, de preocupación en el palco de su equipo, que dirigen, como en Argentina, Toni Cascales. Pero no duraron mucho, porque el chaval hizo la misma que en el primer set. Del 2-4 al 5-4, aunque esta vez el sorpasso no se consumó tan rápido, porque Dusan, bravo, aguantó el tipo y aprovechó su segunda ocasión de ponerse con 6-5 a favor y saque, en un juego que había empezado perdieron por 40-0.

El revés de Alcaraz no funcionaba y tenía que dejar mucha pista libre para invertirse y pegarle a la bola con la derecha. Esto lo veía y lo aprovechaba Lajovic. Aunque las defensas y los restos mantenían vivo al de El Palmar, que escapaba una y otra vez de situaciones límite, como un punto de set de su contrincante. Lo hacía también con esa mano divina que tiene para la volea y las dejadas. Con un remate forzó el desempate y lo ganó con mucha autoridad. Mejoró, pero tendrá que mantener ese nivel durante más tiempo para volver a levantar el trofeo en Río.