Un dolor de cabeza para Nadal: “¡Es una barbaridad!"
Carlos Bernardes, histórico juez de silla, se retira en la Copa Davis, como el español. Sus carreras están muy ligadas.
Pocas veces, contadas, Rafa Nadal perdió los nervios sobre una pista. El tenista español, fruto de una educación deportiva cuidada al milímetro por su tío y primer entrenador, Toni, no rompió ninguna raqueta, siempre fue respetuoso con quien se cruzara con él en los torneos (rivales, personal y aficionados) y, rara vez, alzó la voz durante sus enfrentamientos, cuando el corazón va a mil por hora. Varios de los episodios más tensos en la carrera del ganador de 22 Grand Slams, sin embargo, tienen un denominador común: Carlos Bernardes, un nombre ligado a la trayectoria de Nadal de principio a fin. El juez de silla brasileño fue el encargado de arbitrar el primer partido ATP del español y, como él, tendrá la Copa Davis de Málaga como su último torneo. En medio, acumularon infinidad de capítulos a caballo de la historia y las broncas.
El adiós de Bernardes, a sus 60 años, llega tras una carrera de más de 30 años, con más de 8.000 partidos arbitrados o unas 400 finales entre Grand Slams, torneos ATP y Challengers. “Tengo muchas historias y soy afortunado, pero lo más destacado es la gente que he conocido. Llevamos media vida fuera de casa, así que uno se abraza a la gente y a los lugares. Este año, los aficionados y la gente se me han acercado, ha sido maravilloso”, dijo el brasileño tras su último partido en el circuito ATP, la final entre Jannik Sinner y Taylor Fritz que coronó al italiano como maestro de maestros. El árbitro siempre será recordado por su carisma y por ser una de las figuras más queridas dentro del circuito. Con Nadal, sin embargo, y pese a mantener una buena relación fuera de las pistas, tuvo sus más y sus menos.
Los capítulos más tensos
Su bronca más icónica, seguramente la más recordada en la carrera de Rafa, se produjo en las ATP Finals de 2010, el año en el que el español estuvo más cerca de conseguir el título, el más importante entre los (pocos) que se le resistieron. Todo estalló en el último partido de la fase de grupos del torneo, contra Tomas Berdych. La discusión llegó en el primer set, con 5-6 y 15-15 en el marcador para el jugador checo. Nadal sacó y, tras una bola de Berdych a la línea, se paró el juego. Inicialmente, Bernardes dio punto para Rafa, que parecía haber levantado la mano para señalar que la bola se había marchado larga. Berdych, sin embargo, pidió el ojo de halcón y, finalmente, el juez de silla rectificó, provocando la ira de Nadal.
“¡Carlos, lo que dices es una barbaridad!“, empezó a repetir Nadal, en una frase que aún resuena. “Me estás diciendo una locura“, reiteró el balear, que negaba haber parado el punto (su siguiente golpe había entrado) y hasta amenazó con dejar de jugar. ”Mi bola ha ido dentro, la he devuelto dentro. No quiero jugar. Lo que dices es una barbaridad. ¡Lo que me estás diciendo es una barbaridad!“, gritó una y otra vez Rafa, que hasta discutió con el revisor de la ATP. “Probablemente, lo más justo es que el punto sea suyo, pero se tendría que haber repetido. Las cosas son muy claras: yo he influenciado al árbitro, pero el árbitro no se puede dejar influenciar por mí”, reflexionó luego Nadal en rueda de prensa, más calmado.
Bernardes, sin embargo, perturbó el temple de Rafa en más ocasiones. Otro de los capítulos más tensos se vivió en el ATP de Río de Janeiro de 2015. En semifinales, contra Fabio Fognini, el juez de silla provocó el enfado de Nadal después de castigarle con dos warnings por tardar en sacar. El español, que justificó las demoras por el sudor en sus manos, llegó a decirle a Carlos que pediría que no volviera a arbitrar sus partidos. “Tercera vez que te lo digo, tío. Mira mi mano. ¿Cómo quieres que yo juegue con la mano así? ¿Es mi culpa si sudo mucho? Venga, hombre. Lo que no hay nadie que me pite tanto como tú. Te digo una cosa. Te lo digo en serio. Voy a pedir que no me arbitres nunca más", espetó entonces.
Buena relación fuera de las pistas
No fueron los únicos choques entre Nadal y Bernardes. En el Open de Australia de 2012, otra vez contra Berdych, también discutieron. “Estás de espectador, Carlos. ¿Te está gustando el partido? No aciertas una”, le soltó el español al brasileño tras una pelota larga del checo no señalada. Juntos, sin embargo, también vivieron momentos históricos. Bernardes, además del primer partido de Nadal (ganó por doble 6-4 al paraguayo Ramón Delgado), también arbitró el primer encuentro del balear contra Federer (ganó el español por doble 6-3). Fuera de las pistas, además, siempre hubo respeto. “Me alegra mucho haberle visto hoy arbitrando esta final en Barcelona. Ojalá podamos seguir en días como hoy juntos”, le dedicó Rafa al juez de silla, que venía de sufrir un infarto, tras ganar el Godó de 2021. Una relación de amor-odio que llega a su fin de la mano.
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