Schwartzman: “Este año tuve ataques de ansiedad”
El argentino, en una entrevista para Urbana Play, repasa su temporada. “He empezado a ir al psicólogo por todo lo que me pasa, en la cancha y en la vida”, revela.
La salud mental tiene más importancia que nunca. También dentro del deporte, dentro de una élite en la que la presión por conseguir resultados es enorme. Cada vez son más los deportistas que hablan sobre ello sin tapujos, esquivando tabúes y abriéndose a los aficionados. Diego Schwartzman, número 18 del ranking ATP y primera raqueta argentina, ha sido uno de los últimos. ‘El Peque’, en una entrevista con Urbana Play, se sincera sobre una temporada que no ha sido sencilla para él. “Este año tuve bastantes ataques de ansiedad. El tenis es un poco así. Lo mejor es apuntar al corto plazo y armar los objetivos gira tras gira. Si me decían a los 17 años que iba a hacer lo que hice firmaba, pero cuando entras en la vorágine es un ritmo que resulta difícil frenar”, explica.
En 2020, el argentino alcanzó las semifinales de Roland Garros, la final de Roma y se situó en el top-10, llegando a ser 8º. “Haces semifinales en Roland Garros, pero después haces cuartos de final en un ATP 500 y te preguntas si es bueno o es malo. Este año arranqué 14º del mundo. Hoy, estoy 18º y me digo: ‘Qué año de mierda’. Y después pienso y no es así. Uno entra en eso de escuchar al otro, tanto en lo positivo como en las críticas. Cuando llega lo malo uno pierde el análisis de lo que pasa”, reflexiona. Ante todo ello, Schwartzman, como tantos y tantos otros deportistas, ha dado un paso al frente este año: ha empezado a ir al psicólogo. “Este año empecé terapia por todo lo que me pasa. No sólo en la cancha, sino en la vida, por miedos, ansiedades y cosas que son normales. Por primera vez arranqué ese proceso porque sentí que necesitaba un poco de ayuda exterior para tener otras herramientas para resolver”, revela.
Retirada y adiós de Federer
En la Laver Cup, Schwartzman vivió en primera persona la retirada de Roger Federer, formando parte del equipo contrario, del combinado que representaba al resto del mundo. “Le había pedido la raqueta a Roger. Hicimos un cambio de raquetas y me dijo que iba a seguir jugando y probaría la mía. Él se ríe mucho por cómo le decimos nosotros, que pronunciamos Roger con ‘sh’. Me firmó la raqueta y puso ‘Rosher”, recuerda con gracia. Con 30 años, ‘El Peque’ aún tiene mucho recorrido por delante, pero tiene en mente cómo quiere que sea su retirada: “En un momento planeé tener una carrera larga y un poco siento que lo sostengo. En muchas ocasiones vi que el tenis retira al jugador, pero yo quiero que cuando me toque me pueda retirar en un buen nivel y con felicidad adentro de la cancha”.