Revolución Z en el ranking

Con 19 años, cuatro meses y siete días, tras ganar su primer Grand Slam, el US Open, Carlos Alcaraz se convirtió en el número uno del mundo más joven de siempre. Con 20 años y 308 días, en medio de un inicio brillante de temporada y tras la sorpresiva retirada de Ashleigh Barty, Iga Swiatek alcanzó el primer puesto del ranking WTA siendo la más joven en lograrlo desde Caroline Wozniacki, en 2010. Los líderes de la revolución, las principales caras del nuevo tenis, que pide paso. Sobre todo, en el circuito femenino, en cuyo top-10 sólo una jugadora, Simona Halep, supera los 30 años. En el masculino, son dos: Rafa Nadal (36) y Novak Djokovic (35), ya sin su tercera pata, Roger Federer, pero con la calidad, la fortaleza y los galones como para seguir acaparando la mayor parte de los grandes honores durante mucho tiempo.

Mientras la vieja guardia, aún muy presente, sigue escribiendo páginas de historia, las nuevas generaciones buscan su hueco. Son varias (en medio, están los Medvedev, Zverev, Tsitsipas...), pero una, la ‘Z’, aquella que va entre los millennials (nacidos entre la década de los 80 y finales de los 90) y la generación Alfa (nacidos a partir del 2010), ha ganado mucho peso en los últimos meses. Desde esta semana, sin ir más lejos, cinco jugadores del top-30 del ranking ATP son nacidos en el 2000 o más tarde. En WTA, el número de jugadoras con 22 años o menos dentro de las mencionadas posiciones de privilegio son cuatro. Por orden:

La estadounidense Coco Gauff, con 18 años, es la más joven tanto en el top-30 masculino como femenino. “Creo que puedo ganar cada torneo que juego”, aseguraba a AS antes del Mutua Madrid Open. Con el transcurso de la temporada, ha demostrado que estaba en lo cierto. No ha sumado ningún título (cuenta con dos, Linz 2019 y Parma 2021), pero ha acariciado muchos. En Roland Garros, enfrentándose a la propia Swiatek en la final, es donde se quedó más cerca de la gloria. Ha sido su mejor participación en un Grand Slam hasta el momento, después de que en 2019 asombrara al mundo alcanzando los octavos de final en Wimbledon, con 15 años. Este año, también ha superado dicho registro en el US Open, quedándose en cuartos, ilusionando a un público local que, desde su prodigioso estreno en Londres, esperaba más de ella. Ya responde.

En París, aunque de forma contundente (6-1 y 6-3), sólo pudo cerrarle el paso una Swiatek estelar, que amenaza con tiranizar un circuito femenino huérfano de líder en los últimos tiempos. “Juega un tenis diferente al del resto de chicas. Probablemente, no se vea en la tele, pero es muy rápida, lee muy bien el juego, sabe posicionarse bien para cada bola. Además, es muy buena en defensa”, analizaba recientemente la checa Petra Kvitova (20ª). Tras sus palabras, una racha de 37 partidos ganados en 129 días, con tres Masters 1.000 (Indian Wells, Miami y Roma) y dos grandes (Roland Garros y US Open). La polaca parece destinada a marcar una época en la que también asoman Amanda Anisimova o Qinwen Zheng. La estadounidense, de 21 años, no ha brillado tanto como su compatriota Gauff, pero ha seguido ganando consistencia en un Tour donde es complicado hacerlo (cuartos en Madrid y Roma y octavos en Roland Garros y Wimbledon); la china, de 19, se ha presentado al mundo. Complicó a la mismísima Iga en octavos de Roland Garros y, tras empezar el año como 143ª del mundo, ya es 28ª.

El paso definitivo

Todas buscan seguir los pasos de Swiatek, como sucede en el circuito masculino con Alcaraz. Son los únicos ‘Z’ que ya se han estrenado en los grandes torneos. Jannik Sinner, con quien el murciano puede protagonizar una longeva rivalidad, es otro de los jugadores llamados a alcanzar semejante techo. En su segunda temporada como perenne en las inmediaciones del top-10, sólo la mala fortuna (cuatro retiradas por problemas físicos, COVID...) ha podido frenar su avance, que, a los 21 años, ya cuenta con seis títulos ATP. Está asentado en la élite, como un Auger-Aliassime al que le está faltando colmillo para dar un golpe definitivo entre los mejores. Con 22 años, ya ha alcanzado nueve finales, pero sólo ha sido capaz de sumar un título. Fue este mismo año, en Rotterdam. Mussetti y Rune, situándose a la altura del canadiense, también han estrenado su palmarés esta temporada. El italiano lo consiguió en Hamburgo, ante el propio Alcaraz; el danés, ejemplo perfecto de promesa buscando su sitio, en Múnich. Tras alcanzar los cuartos de final en Roland Garros, no pudo pasar de primera ronda en los siguientes seis torneos. En Sofía, volvió a una final y certificó su clasificación para las NextGen, que se renuevan y piden paso.