Medvedev detiene a Djokovic en Dubái

Novak Djokovic marchaba imperial desde las ATP Finals del año pasado, en racha de 20 victorias, con un 15-0 en 2023, hasta que este viernes, Daniil Medvedev lo detuvo en Dubái. El ruso hizo un partido extraordinario a la contra para ganar por un doble 6-4 en 1h35, y se enfrentará el sábado (16:00, Movistar Deportes 2) en la final a su compatriota Andrey Rublev, que se deshizo del alemán Alexander Zverev en la otra semifinal (6-3 y 7-6 (9) en 1h58).

“Estoy jugando muy bien últimamente y eso es lo más importante, Rublev no estaba haciéndolo del todo bien antes de este torneo, pero así es el tenis. Ha cogido confianza y está jugando duro. Tengo que dar mi mejor nivel mañana, Andrey puede jugar muy bien y creo que me ha ganado las dos últimas veces. Estoy listo para una gran final mañana”, dijo Medvedev, cuyo mérito es enorme. Es el único jugador que tiene balance positivo (5-3), habiendo jugado al menos tres partidos contra Djokovic siendo el serbio número uno. Hablamos de la ráfaga de triunfos de Nole, pero no está mal la de 13 del reciente campeón en Róterdam y Doha, que apunta a un tercer título en tres semanas.

“Cuando compites contra Novak, tienes que hacerlo perfecto. Y tener la esperanza de que él no lo haga, porque cuando él da su mejor versión… tiene 22 Grand Slams, así que puedes jugar muy bien y no ganar”, explicó Medvedev, que fue capaz de aguantar los ataques de un contrincante que jugó con cierta precipitación. “Así es el tenis. A veces pierdes porque no lo has hecho bien. Estoy feliz por haber podido tener un mejor nivel que él hoy, en el segundo set he mantenido la compostura y estoy muy contento por estar en la final de mañana”, añadió el vencedor.

Todo en manos de Djokovic

Primer set raro, raro. Djokovic, cinco veces campeón y nueve veces semifinalista del torneo, lo comienza con dos juegos en blanco al servicio, aunque con poco rendimiento al resto y en el tercer turno del balcánico, Medvedev encuentra el primer quiebre del partido. Antes estaba sufriendo con los reveses cortados de su rival, aunque desde el 2-2, con un parcial de 4-0 pasa a dominar el encuentro con claridad. O eso parecía, porque después Nole acorta hasta el 5-4 y pone cierta congoja en la raqueta del moscovita, que logra cerrar la manga de manera favorable gracias a un par de restos malos del líder del ranking.

Djokovic no quería saber de nada de intercambios largos ante un tenista tan estable como Medvedev, y así continuó en el segundo set, haciendo incluso saque-red. Quizá se equivocaba, ya que esa estrategia le llevaba a cometer errores (38 no forzados al final). Tampoco mover al moscovita le funcionaba con tanta efectividad como el día anterior ante Hurkacz, otro jugador alto (1,96), un poco menos que el número siete del mundo (1,98). Entre otras cosas, porque Daniil se mueve asombrosamente bien pese a su envergadura. De hecho, tomó ventaja a las primeras de cambio y la mantuvo con saque, oficio y unas defensas tremendas (no se pierdan el 30-15 del sexto juego) contra la presión del León de Belgrado, que puede quedarse sin jugar hasta Montecarlo (9 al 16 de abril), salvo que Estados Unidos le permita entrar sin la pauta de vacunación para jugar en Indian Wells y en Miami. “Todavía estoy esperando las noticias de América. Si no voy, jugaré ya en tierra. Me tomaré un tiempo libre y me prepararé”, avisa. El ruso está enorme. En cuartos cerró el triunfo frente al croata Coric con 21 puntos seguidos. ¿Perdona?