Lajovic echa a Djokovic tras salvar quince bolas de rotura

Sin noticias del codo maltrecho, Novak Djokovic (35 años) afrontaba un duelo fratricida en los cuartos de final del ATP 250 de Banja Luka (Bosnia) frente a su compatriota Dusan Lajovic (32 y 70º del ranking). Los dos duelos anteriores (Doha 2015 y Montecarlo 2018) habían caído con suma facilidad del lado del número uno del mundo con apenas cuatro juegos en total para su paisano y Nole irrumpió en la pista “más lenta en la que he jugado” dispuesto a meter un ritmo alto para recuperar fuerzas tras tener que remontar al combativo Lucas van Assche en octavos tras casi tres horas de batalla. 40-0 en menos de un minuto... para enredarse y acabar sacando el juego con problemas en ocho minutos.

Las cosas no mejoraban ni mucho menos para Nole. Break en contra en su segundo turno de servicio que Lajovic confirmaba para ponerse por delante por 3-1. Novak empezaba a agitar los brazos, a protestar por dos errores del juez de línea que obligaron a repetir puntos, lanzó su raqueta al graderío tras intentar golpearla separada de su muñeca derecha... Nada funcionaba salvo la parsimonia de desaceleración y aceleración del juego de Lajovic que salvaba siete bolas de break para alcanzar el 4 a 2.

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Cuanto todo pintaba peor para Djokovic... Lajovic decidió tenderle la mano con tres errores infames en el servicio que le podía llevar al 5-3. Novak respiró... pero su juego no es el habitual y un nuevo quiebre ponía el 5-4 para Lajovic y la opción de cerrar el primer set. Hasta tres pelotas de break volvió a tener Nole pero Dusan apretó los dientes y se llevó la primera manga por 6-4, en una hora exacta, salvando un total de diez bolas de rotura.

El segundo set comenzaba con un guion calcado. Tres oportunidades de rotura para que Djokovic se pusiera 2-0 y Lajovic salvándolas, con ayuda de golpes malos de Nole en algún caso, para empatar a uno y desesperar aún más a Nole cuya fundación es parte organizativa del torneo. Djokovic subía el nivel pero Lajovic no se acobardaba pese a perder dos opciones claras de quiebre que le habría puesto en franca ventaja. Por contra, seguía resolviendo las opciones contrarias a favor del ganador de 22 Grand Slam, los mismos que Rafa Nadal, para mantener el marcador equilibrado: 3-3 y 4-4.

CONTRA LAS CUERDAS.

Djokovic se vio casi fuera en el siguiente juego: 0-40 para Lajovic... pero pecó de falta de diente afilado y dejó que su compatriota se rehiciera para llevarse el servicio. Con 6-5 para el líder del ranking, su rival pidió la asistencia del médico para curar una herida en el dedo gordo del pie derecho. Novak estiraba y seguro muchas sensaciones contradictorias llenaban su mente pensando, entre otras cosas, en las quince pelotas de break (de 16) desaprovechadas. La mejor versión de Djokovic resurgió en el tie break, pero Lajovic sabía que estaba ante la oportunidad de su vida y tras levantar tres bolas de set se llevó el set 7-6 (8-6) en 89 minutos para cerrar su pase a semifinales en dos horas y media donde se enfrentará con el ganador del Kecmanovic-Lehecka.