Ferrero, entrenador del año
El español, mentor de Carlos Alcaraz y director de la Equelite Sport Academy, es votado como el mejor técnico de la temporada. “Ha sido increíble”, dice.
España sigue acumulando alegrías en los premios ATP de la temporada. Ayer, Rafa Nadal era elegido como el jugador favorito de los aficionados; hoy, turno para Juan Carlos Ferrero, votado como el mejor entrenador del año. “Ha sido increíble. Todo el trabajo duro ha sido recompensado con resultados y ahora con este increíble premio. Estoy extremadamente feliz de ganar el ATP Coach of the Year. Gracias a todos por el apoyo”, ha declarado Ferrero, entrenador de Carlos Alcaraz, tras ser galardonado. Junto a él, este miércoles, también ha sido premiado el croata Borna Coric, elegido Comeback Player Of The Year, con un gran rendmiento tras perderse un año por una lesión en el hombro.
Al lado del jugador murciano, Ferrero ha cuajado un curso para el recuerdo. Alcaraz, sin ir más lejos, ha terminado la temporada como número uno del ranking ATP, siendo el más joven de siempre en conseguirlo. El culmen de un año que ha sido tanto de explosión como de consagración, con el primer Grand Slam de Charly, el US Open. Además del major, Carlitos también ha levantado dos Masters 1.000 (Madrid y Miami) y dos ATP 500 (Barcelona y Río de Janeiro).
“Lo vi a los 13 años. Llegó a la academia, entrenamos un día, era muy pequeño, pero todos hablaban de él. Tenía todo lo que tiene ahora, pero en miniatura. Oficialmente, lo vi cuando consiguió su primer punto ATP a los 14 años, luego se podía ver cómo competía”, recuerda Ferrero sobre Alcaraz, en declaraciones recogidas por la propia ATP. “Cuando llegó a la academia a los 15 años era un palo, era rápido, pero no tenía músculos. Aun así, vimos algo muy especial”, añade como director de la Equelite Sport Academy, en la que se ha formado el prodigio de El Palmar.
Un talento bien pulido
Ferrero y Alcaraz empezaron a trabajar de la mano en 2018. Desde entonces, el ascenso ha sido imparable. De ser 597º en el ranking, puesto en el que el murciano irrumpió en 2019, a la cima, en la que el alumno ya ha superado al maestro (Ferrero fue número uno del mundo ocho semanas en 2003). “Sí y no. Su potencial lo sé desde hace quizás dos, tres años, porque recuerdo cuando estaba entrenándose con algunos de los jugadores que estaban más altos en el ranking que él. Tenía 16 o 17 años y podía adaptar su juego al nivel del de ellos”, respondía Ferrero, tras el éxito en Miami, sobre si le sorprendía el rendimiento de su pupilo. Entonces, ya era consciente del talento que tenía entre manos. Y lo ha ido puliendo, algo que no siempre es sencillo.