Premios AS 2025

Eterno Rafa Nadal

Un año después de su retirada, AS homenajea a Nadal y le entrega el Premio Leyenda. Es la séptima vez que el ganador de 22 Slams participa en la Gala.

Rafa Nadal, durante el homenaje que le hicieron en Roland Garros.
Nacho Albarrán
Nació en Madrid en 1972. Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense. Entró en AS en 1996 para documentar partidos de fútbol y estuvo en Cierre antes de encargarse, durante cinco años, de la delegación de Asturias. Después formó parte del equipo de Ediciones y fue redactor de Baloncesto. Desde 2017 se ocupa del tenis día y noche.
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Hace poco más de un año, el mejor deportista español de todos los tiempos, uno de los más grandes de la historia a nivel universal, puso fin a su impresionante carrera profesional. Rafa Nadal colgó la raqueta el 19 de noviembre de 2024, en la Final a 8 de la Copa Davis. Lo hizo con derrota ante el neerlandés Botic van de Zandschulp y con el amargo sabor de la eliminación de España a manos de Países Bajos. Pero el resultado era lo de menos, porque ese día terminaba el relato épico de una trayectoria.

Fue la crónica de una retirada anunciada el 10 de octubre. “Hola a todos, estoy aquí para comunicaros que me retiro del tenis profesional. La realidad es que han sido unos años difíciles, estos dos últimos especialmente. Creo que no he sido capaz de jugar sin limitaciones. Es una decisión que, evidentemente, es difícil, que me ha llevado un tiempo tomarla. Pero en esta vida todo tiene un principio y un final, y creo que es el momento adecuado para poner punto final a lo que ha sido una carrera larga y más exitosa de lo que jamás me hubiera podido imaginar”, declaró Nadal, emocionado, en un vídeo publicado en sus redes sociales, en el que le fue complicado mantener la compostura.

Eterno Rafa Nadal

Poco después jugó dos partidos de exhibición en el Six Kings Slam de Riad (Arabia Saudí), contra Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. Los perdió, pero se llevó como regalo de homenaje una fastuosa raqueta de oro y, al final del torneo, atendió a AS. “No creo en los finales de película, casi nadie los tiene”, fue una de sus reflexiones, días antes de emprender su último viaje como tenista, a Málaga, para despedirse de la Selección. Allí recibió un homenaje un tanto tibio, a deshora y mal organizado. Luego se apartó de los focos y sus apariciones fueron contadas hasta que en febrero el Comité Olímpico Español le rindió tributo en un evento en el que participaron destacados deportistas españoles.

Eterno Rafa Nadal

Pero el gran acto de reconocimiento, el que dio la vuelta al mundo y fue excelso, se produjo en Roland Garros. No podía ser de otra manera, porque de allí salió Rafa 14 veces campeón y con todos los récords posibles. Gilles Moreton, presidente de la Federación Francesa de Tenis, barrió una parte de la tierra batida de la Philippe Chatrier, cerca de la red, descubriendo una placa con el nombre del balear, la huella de su pie derecho y el número 14 debajo de la Copa de los Mosqueteros. En ese momento, el ídolo se emocionó y no pudo contener las lágrimas. Junto a él también estaban Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray. Aquello fue inigualable. AS no pretende superarlo, pero el lunes aportará su pequeño granito de arena para honrar la figura de un Nadal que dio tanto, que nada de lo que se haga para darle las gracias será suficiente. En el madrileño Hotel Palace, el ganador de 92 títulos, 22 de ellos de Grand Slam, cinco veces campeón de la Copa Davis, oro olímpico en Pekín (individual) y Río (dobles), recibirá el Premio Leyenda.

Eterno Rafa Nadal
Novak Djokovic, Roger Federer, Rafa Nadal y Andy Murray, durante el homenaje de Roland Garros.DIMITAR DILKOFF

Es el séptimo galardón que le otorga este diario a Rafa. El primero, como AS del Deporte, se le entregó en 2008, después de subir a lo más alto del podio en los Juegos y acabar la temporada como número uno del mundo. También lo recogió en 2010, curso en que ganó tres majors, Roland Garros, Wimbledon y el US Open. En 2016 compartió honor con su compañero de título en Brasil, Marc López. Al año siguiente fue coronado como ‘Mejor deportista español de la historia’ en la gala del 50 aniversario de este periódico. En 2020, pese a la pandemia de la COVID, Nadal pudo acudir de nuevo para ser premiado, como reconocimiento también a la iniciativa #NuestraMejorVictoria, que puso en marcha con Pau Gasol y gracias a que se recaudaron 14 millones de euros para afectados por el coronavirus, a través de la Cruz Roja. Y en 2022, después de ganar el Open de Australia, con una impresionante remontada de dos sets contra Daniil Medvedev en la final, y de triunfar una última vez en París, atendió de nuevo a la llamada de AS y agradeció el seguimiento que durante tantos años se le había hecho desde nuestra cabecera. Por eso era de justicia que en 2025 fuera el protagonista de la fiesta de los Premios, que estará dedicada en gran parte a celebrar su trayectoria y el legado que deja, con alguna que otra sorpresa.

Coincide este reencuentro entre AS y el mito con su reciente ‘vuelta’ a las pistas en Manacor, en su Academia, para apoyar en un entrenamiento a la filipina Alex Eala, uno de los jóvenes valores de la escuela de Nadal, finalista en Eastbourne. “Tengo agujetas, un año sin jugar… Me lo pidieron y, encantado. En corto me vi bien. Si no tienes que correr, tampoco se pierde mucho”, dijo, con humor, en el programa de Universo Valdano que se emitió el pasado lunes. También confesó que ve partidos. “Los que me apetece”, matizó. Con el exfutbolista argentino habló de los pros y los contras de su jubilación. “Empezaremos por lo bueno. Creo que he ganado tranquilidad, en el sentido de que, de alguna manera, ya no siento esa responsabilidad diaria de tener que rendir. A veces, rendir en condiciones que no son aptas para ello no vale la pena. A nivel humano y personal, eso te desgasta, y terminas siendo, en ocasiones, menos feliz de lo que debería ser alguien como yo, un superafortunado. En cuanto a lo malo, se ha terminado una etapa que ha sido excepcionalmente bonita y emocionante para mí. He perdido algo que realmente me apasionaba: competir y hacerlo al más alto nivel. Esa adrenalina es algo que siempre he dicho que se extraña cuando esto termina. La adrenalina se puede sustituir por muchas otras cosas en la vida que pueden ser mejores en muchos sentidos. Sin embargo, esa sensación que se encuentra en el deporte es difícil de encontrar en otro lugar”, concluyó.

En la charla también departió sobre el Real Madrid, con el mar y el golf, una de sus grandes pasiones fuera del tenis. “A nivel conceptual, si me dicen si me gustaría ser presidente, contesto: ‘pues sí, ¿por qué no?’. Sería un reto bonito, motivacional y excitante para mí”, reconoce el manacorí, aunque, no obstante, lo ve muy lejos. Esa podría ser en el futuro una de sus ocupaciones. Ahora centra esfuerzos en sus proyectos empresariales, en expandir su legado a través de los centros de la Academia que ha abierto en Kuwait, República Dominicana, México, Grecia, Marbella, Hong Kong, Egipto y, recientemente, Brasil, y en apoyar la labor de su Fundación, junto a su mujer, María Francisca Perelló. Como con todo lo que ha hecho en su vida, sobre todo con una raqueta en la mano, persigue la excelencia. Y desde AS animamos a la leyenda eterna con el lema que le acompañará siempre: ¡Vamos, Rafa!

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