Djokovic completa el cuarto mejor inicio de año de su carrera
El serbio gana a Hurkacz y está en racha de 15-0 en 2023. Se enfrentará en semifinales a Medvedev o a Coric. Zverev-Rublev, la otra semifinal.
Con pasmosa facilidad, Novak Djokovic volvió a ganar (6-3 y 7-5 en 81 minutos) a Hubert Hurkacz (5-0 en el cara a cara) para meterse en semifinales del ATP 500 de Dubái, ronda en la que se encontrará este viernes (16:00, #Vamos) con Daniil Medvedev, que no tuvo problemas para superar por 6-3 y 6-2 al croata Borna Coric. El ruso está fuerte, lleva 12 victorias consecutivas desde San Valentín (14 de febrero) y dos títulos seguidos (Róterdam y Doha). El serbio también está en racha, de 15-0 en 2023, el cuarto mejor inicio de su carrera tras el increíble 41-0 de 2011, el 26-0 de 2020 y el 17-0 de 2013, superando el 14-0 de 2016. En esas tres ocasiones hubo denominadores comunes, uno de ellos, que fue campeón en Dubái. Ahora va camino de revalidar el título e igualar su tercer comienzo más victorioso. A sus 35, cuando está en forma, es el mejor, como él mismo dijo hace unos días sin falsa modestia.
Djokovic, que tiene la intención de volver a los Juegos Olímpicos en 2024 (“Se jugará en tierra batida en Roland Garros, así que estoy familiarizado con esos terrenos y ojalá que el mejor resultado olímpico para mí llegue allí”, declara), se apuntó el set con algo de sudor, por la humedad, pero sin despeinarse. Usó el revés cortado para incomodar al gigantón de Breslavia (1,96) y entrar luego con el drive aprovechando la preocupante falta de profundidad de los golpes de su rival. También los saques abiertos para desplazarlo fuera de las líneas y cambiar después de lado con paralelos. En el cuarto juego ya encontró el quiebre el balcánico y después mantuvo cómodamente la ventaja.
Hurkacz tenía que ser más valiente en la segunda manga y le puso intención con subidas a la red y tiros más largos. Le faltó un pelín más de precisión para hacer daño al resto. Además, es muy difícil sacar de su plan de juego a Nole cuando se pone a dirigir el partido. El servicio mantuvo al bueno de Hubert e inquietó incluso a Djokovic con un 0-30 con 5-4 a su favor. Y, como sucede a menudo, el presionado pasó a presionar y llevarse el break para ponerse con 6-5 y saque para sentenciar un duelo muy plano. “Se necesita uno o dos partidos para entrar en el flujo, diría, volver al nivel deseado de movimiento, equilibrio, coordinación, cosas como estas”, dijo Djokovic, que espera un duelo difícil contra Medvedev. “Obviamente, sé qué esperar. Lo he estado viendo jugar. Está en racha, ganando torneos. Yo tampoco he tenido una mala racha, así que creo que ambos estamos en gran forma y espero que podamos hacer un buen partido”.
Zverev y Rublev, por la parte baja
En el otro lado del cuadro, Alexander Zverev y Andrey Rublev se enfrentarán el viernes (14:00, Movistar Deportes) por una plaza en la final. El alemán, que por fin parece volver por sus fueros, ganó por 7-5 y 6-4 al italiano Lorenzo Sonego. Es la primera vez que Sascha alcanza unas semifinales después de lesionarse gravemente en las de Roland Garros el año pasado. Rublev, vigente campeón, que tuvo que salvar cinco puntos de partido el miércoles contra Alejandro Davidovich, no sufrió tanto ante el neerlandés Botic Van de Zandschulp (6-3 y 7-6 (3) en 1h52). El ruso despachó nueve saques directos para un total de 28 golpes ganadores. Zverev no ha perdido nunca frente a Rublev (5-0).