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TENIS | PEDRO COBACHO

“Alcaraz se pica más jugando al FIFA que con la raqueta en la mano”

Pedro Cobacho, amigo y rival de infancia de Alcaraz, repasó en EFE los inicios del tenista murciano y su rivalidad. “A veces ganaba él y otras ganaba yo”.

EFE
El tenista español Carlos Alcaraz compite durante un torneo en Alanya a principios de 2020.
Twitter @carlosalcaraz

Carlos Alcaraz empieza en el Masters 1.000 de Miami la defensa del número 1 de la ATP que recuperó el pasado domingo en Indian Wells y, a miles de kilómetros en El Palmar, su localidad natal, otro joven tenista y amigo suyo, Pedro Cobacho, con quien mantuvo una interesante rivalidad, sigue su andadura “con orgullo” y afirma que “marcará una época”.

Este otro joven, de 20 años -es 10 meses mayor que Carlos-, compitió durante bastante tiempo con Alcaraz.

“Nos conocemos casi desde que nacimos. Yo tendría tres años y él, dos. Los dos somos de El Palmar y empezamos a entrenar juntos en la escuela de su padre en el Club de Campo. Dado que teníamos un nivel similar nos pusieron en el mismo grupo y luego, al ir destacando, compartimos espacio en la pista conforme fuimos subiendo categorías”, contó Pedro en una entrevista concedida a EFE.

“Ahí empezó una rivalidad muy buena y sana pues competíamos tanto en los entrenamientos como en los torneos. Pasamos muchas horas en la pista y cuando acabábamos nos íbamos al frontón. Desde que éramos pequeños somos buenos amigos, viajamos juntos, hasta compartíamos habitación y nos cruzamos en campeonatos, en algunos casos peleando en finales. A veces ganaba él y otras lo hacía yo, y había un pique que hacía que nos recordáramos los resultados el uno al otro, pero siempre de buen rollo”, ha añadido.

Ese equilibrio de fuerzas se prolongó “hasta que Alcaraz dio el estirón de nivel con unos 15 años y ya no hubo color”, según Cobacho, quien fue campeón regional y subcampeón nacional en la categoría sub-12 y ganó, entre otros, el torneo de Llucmajor, en Mallorca, en el cuadro de dobles, precisamente con Alcaraz como compañero y teniendo ambos como entrenador a Carlos Santos Bosque.

“Evidentemente son muy pocos los que llegan a ser profesionales y a mí me costó el hecho de no gestionar la derrota tras haber ganado tanto siendo más crío. Claro que me hubiese gustado llegar más lejos y siento cierta melancolía por esa vida de viajes y torneos, que también era mi vida, pero elegí otro camino”, ha dicho.

No obstante, sigue vinculado al mundo de la raqueta y es monitor en la MET Carlos Alcaraz Tennis Academy by Reina, que gestiona el padre del actual número 1 del mundo y que desarrolla su actividad en la Real Sociedad Club de Campo de Murcia, y quiere seguir dedicándose a ello, por lo que estudia en la Universidad de Murcia el doble grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Nutrición.

Al referirse a los éxitos de su amigo no oculta su satisfacción por una trayectoria fulgurante que a él le sorprende sólo en parte.

“Desde pequeño decía que su sueño era ser el número 1 del mundo y no paró hasta que lo logró y el próximo será llevarse más títulos y batir tantos y tantos topes en su carrera. Carlos es un gran trabajador, siempre lo ha sido, y eso le ayudará. Sinceramente me alegro muchísimo de que le vaya genial pues es mi amigo y no tengo dudas de que marcará una época pues con 19 años y con apenas uno al más alto nivel ya lleva ganados un Grand Slam y tres Masters 1.000. Me encantaría que batiera muchos récords y seguro que no se cansará de ganar pues es muy ambicioso”, ha asegurado.

Sobre lo que más destaca del juego de Alcaraz no mostró dudas. “Además de los golpes que tiene, es su inteligencia, que le hace entenderlo todo muy pronto y tomar las mejores decisiones, eso y el hecho de que a la mínima que ve sangre va a por la herida del rival, como se suele decir. Él sabe cómo jugar y mantiene la tranquilidad en momentos complicados. A mí me recuerda a Djokovic pues también es un jugador dominante, aunque Carlos es incluso más explosivo y llega a todas”, ha señalado.

“Carlos quiere ganar a todo y diría que jugando al FIFA se pica más que con la raqueta en la mano”, ha dicho, y ha explicado que cuando va a El Palmar suelen verse y jugar al pádel haciendo pareja, “pero es verdad que cada vez tiene más compromisos y es más complicado coincidir porque casi siempre está fuera”.

Además, admitió que Alcaraz lleva “con mucha naturalidad” la fama: “Cuando salimos alguna vez a comer en un momento determinado puede resultar algo incómodo porque todo el mundo quiere una foto con él, pero le gusta y realmente lo lleva bien”.

“En el pueblo, en concreto, hay locura por él y se notó, sobre todo, tras ganar el US Open y el Mutua Madrid Open, pero la popularidad y la fama no le han hecho cambiar pues es una persona muy natural y sencilla, muy transparente, un chico con una gran bondad, la misma que tenía de crío y, aunque está claro que la vida te puede cambiar por muchas circunstancias, él sigue siendo el mismo”, apostilló Pedro Cobacho.