Fritz humaniza a Alcaraz y Europa se hunde en la Laver Cup

El Mundo inició la segunda jornada de la Laver Cup con muy buen pie. Alex de Miñaur ganó a Alexander Zverev (6-1 y 6-4 en 89 minutos) y Francisco Cerúndolo, a Holger Rune (6-3 y 7-6 (5) en 1h59) en el turno matinal. Y como las victorias del sábado valen dos puntos, el equipo mundial le dio la vuelta a un marcador (3-5) que Europa dominaba por 3-1 al término de las sesiones del viernes. El Viejo Continente dependía de lo que hiciera en la sesión nocturna Carlos Alcaraz, que se medía con Taylor Fritz. Y el español falló o el estadounidense le humanizó, según cómo se mire. El caso es que el número 4 del mundo barrió al uno (6-3 y 6-2 en solo 71 minutos) y aumentó la diferencia de su escuadra hasta un peligroso 3-7, haciendo que el dobles de Casper Ruud y Rune contra De Miñaur y Alex Michelsen cobrara una importancia capital. Y lo ganaron también los de rojo (6-3 y 6-4 en 1h22). Así que con 12 puntos en juego (las victorias valen tres) en el último día (desde las 21:00, Eurosport), y una distancia en contra de seis (3-9), el Viejo Continente tendrá que ganar los cuatro partidos para remontar o tres e imponerse en un desempate (si se llega a un 12-12) para repetir título. Porque el campeón será el que llegue antes a 13 y el Mundo está a solo cuatro de conseguirlo, o lo que es lo mismo, a tiro de dos triunfos.

De Miñaur, australiano de 26 años y 8º del mundo, que arrastraba un cara a cara muy negativo contra el alemán (3-8 ahora), fue muy superior en el primer set y aguantó bien cuando el número 3 elevó sus prestaciones en el segundo.

“Al principio tuve una salida rápida, encontré un buen tenis. Pero sabía que la cosa se iba a poner dura, porque Sascha es un gran competidor que me iba a hacer la vida muy difícil. Y al final estoy orgulloso de mí mismo por haber estado bien en los momentos importantes y haberle dado dos puntos al mundo”, resumió De Miñaur. “Esta pista es muy lenta y la bola bota muy bajo, así que contra alguien como Zverev tienes que jugar con variedad, no solo usar mis piernas para recuperar bolas, sino también tomarme mi tiempo, y eso funcionó”, añadió el tenista de Sídney, que usó con inteligencia el revés cortado, una de las especialidades del patrón Roger Federer, que estaba en la grada e hizo el gesto propio de ese tiro. “Él escribió el libro de jugadas, yo solo lo leí”, contestó Alex.

De Miñaur, que participa por segunda vez en la Laver, después de ayudar a su equipo en 2022 con un triunfo ante Andy Murray, es líder del año en triunfos sobre pista dura (30). Y demostró por qué ante un Zverev que despertó tarde, aunque ofreció uno de los mejores puntos de lo que va de torneo en la segunda manga.

Una sorpresa… o no tanto

Después de este primer encuentro, Rune no fue capaz de frenar a Cerúndolo, que no partía como favorito ante el número 11 del ranking, en un abarrotado Chase Center de San Francisco. Pero el argentino brilló, jugó con agresividad e impidió la reacción del danés en el segundo set, salvando algunas de las seis opciones de break que tuvo Holger.

“Estoy muy feliz, creo que ha sido un buen partido de mi parte. Creo que jugué muy bien. Es irreal. Mi primer partido ante los nuevos capitanes y los fundadores, y lo gano. Fantástico. Una buena actuación y poner al equipo por delante”, afirmó Francisco, que no ha perdido ni un set en los tres partidos que ha disputado en los tres años seguidos que ha estado en la Laver. “Es un luchador, lo da todo un día y otro, en cada punto, cada año, ha sido muy grande para nosotros hoy”, le alabó Andre Agassi, el comunicativo preparador del Mundo (más que un poco hablador Yannick Noah en Europa), que también le regaló los oídos a De Miñaur. “Da gusto verle. Tiene diferentes ritmos, pasos y profundidades. No necesita tiempo ni repeticiones. Lo tiene todo, como un ordenador, todo con mucho sentido”.

Fritz se saca una gran espina

Tras los éxitos de sus compañeros y espoleado por un Agassi que le insistió en que no se acobardara ante Alcaraz, Fritz ahuyentó a los fantasmas de sus tres anteriores enfrentamientos con el murciano, que se saldaron con malos comienzos y derrotas. Una de ellas, el año pasado en la propia Laver Cup. Esta vez, el americano evitó perder su servicio a las primeras de cambio, tras levantar el 15-40 inicial, y a partir de ahí fue superior. “Las tres veces que había jugado antes contra Carlos, me había roto el saque en mi primer turno de servicio. No es como quieres empezar ante alguien como él. Así que retener ese primer juego es importante. Eso me dio convicción en mí mismo para jugar seguro y sin miedo”, le dijo Taylor a Sam Querrey en la entrevista postpartido.

El líder del ranking empezó a fallar más de la cuenta y a jugar demasiado directo, con prisas, mientras su rival se ponía el mono de trabajo para restar lo más rápido posible, alargar los intercambios, defenderse con rapidez y acierto, y contraatacar fantásticamente, armado con su inspirado revés. Al californiano le entraba todo y golpeaba con profundidad, sin ansiedad, como explicó. Así encontró el quiebre en el cuarto juego del primer set y mantuvo la distancia con aplomo, sin necesitar siquiera de su mejor desempeño con el saque, algo preocupante para Alcaraz.

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La segunda manga fue aún más dominante para Taylor, que cerró el triunfo con un parcial de 5-0 tras el 2-1 con el que abrió el marcador Charly. No era el día del prodigio de El Palmar, que intentaba animarse sin éxito tras ejecutar algunos buenos puntos. Porque quien lo bordada, esta vez, era su oponente. Mérito suyo y demérito de un errático Alcaraz, que vio cómo llegaba a su final la racha de 13 triunfos en solitario que arrastraba desde la final de Wimbledon y su primera derrota individual en la Laver. Este domingo, volverá a jugar, sin duda, porque Europa le necesita y ya fue el héroe del campeonato en 2024.

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