Conchita Martínez sorprende como entrenadora de la prometedora Andreeva

Sin previo aviso, este lunes, Conchita Martínez apareció en el banquillo de Mirra Andreeva en el WTA 250 de Rouen, donde la prometedora jugadora rusa (16 años y 43ª en el ranking), que alcanzó los octavos de final en el Open de Australia, rompió una racha de dos torneos seguidos cayendo en primera ronda. Esta vez, superó a la argentina Nadia Podoroska (27 y 65ª) por 6-1 y 6-3 en 1h15. En octavos, se medirá con la francesa Fiona Ferro o con su compatriota Elina Avanesyan y, a su lado, volverá a contar con la entrenadora española, cuya última etapa como técnica había sido al lado de la checa Marie Bouzkova (25 y 16ª), otra jugadora con buenas expectativas.

Andreeva, seguramente, es el proyecto más interesante del circuito femenino. Tal y como reveló la propia jugadora rusa, la alianza se empezó a cocer hace “dos o tres semanas” y, de momento, está en fase de pruebas. “Hasta ahora, ha ido todo bien. Me gusta, espero que a ella también le guste. Veremos cómo va y luego decidiremos sobre nuestros próximos torneos. No puedo decir que haya aspectos especiales en los que estemos trabajando. Lo primero en lo que trabajamos fue en mi golpe cortado, porque ella era muy buena en ello, así que me reveló algunos trucos y estoy tratando de usarlos cuando tenga tiempo y una buena posibilidad en la pista”, desgranó la prodigiosa jugadora.

De Muguruza a Andreeva

De esta forma, si tofo fluye, Conchita emprenderá su cuarta aventura como entrenadora. En el pasado, más allá de la mencionada Bouzkova, moldeó a la también checa Karolina Pliskova (32 y 47ª), que llegó a ser número uno del mundo, y, por supuesto, a una Garbiñe Muguruza que sigue con su carrera parada y con la que ganó Wimbledon 2017 o la Copa de Maestras. Su relación con la hispanovenezolana terminó en abril de 2023, con Muguruza ya alejada de las pistas. Ahora, Martínez centrará sus esfuerzos en una Andreeva que, el año pasado, irrumpió con fuerza en el Mutua Madrid Open, torneo en el que alcanzó los octavos de final. Posteriormente, brilló en Roland Garros (tercera ronda), Wimbledon (octavos) y US Open (segunda). A Rouen, llegaba después de renunciar a Miami por problemas en la muñeca. Al lado de Conchita, los ha dejado atrás.

“Ahora, está bien (la muñeca). Hemos hecho un muy buen trabajo con mis fisioterapeutas y ahora no siento ningún dolor ni molestia. No puedo decir que no gané un partido durante mucho tiempo, pero perdí dos partidos seguidos. Así que esta victoria fue importante para mí. Estoy muy contento con mi nivel general”, añadió Andreeva tras su victoria sobre Podoroska, un triunfo que ya preparó sobre la tierra de Rouen al lado de Conchita, también capitana española de la Copa Davis o de la Copa Federación en su trayectoria en los banquillos. El periodista francés Thierry Rabiller, en una de esas sesiones previas, fue el primero en informar de la unión, pendiente de consolidarse durante las próximas semanas.

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