Alcaraz vence a Lajovic en una noche fría

Noche fresquita, demasiado quizá para ser verano en Bueno Aires. Lo que no impidió que los 5.000 espectadores de la pista Guillermo Vilas, abrigados para resguardarse del frío (12 grados y sensación de 11 por el viento), recibieran de nuevo calurosamente a Carlos Alcaraz, ídolo absoluto en su primera comparecencia en el ATP 250 argentino. El español de 19 años brindó otro triunfó a sus seguidores, esta vez por 6-4 y 6-2, en 93 minutos, ante Dusan Lajovic, serbio como la anterior víctima del número dos del mundo, Laslo Djere, a quien venció en su regreso tras 103 días sin competir. Y este sábado, sobre las 22:00 (Movistar Deportes 2), si no lo impide la climatología, se enfrentará este en semifinales a su compatriota y conocido rival Bernabé Zapata, que completó, en el último turno de una larga jornada, un magnífico partido para eliminar al local Francisco Cerúndolo (6-3, 6-7 (4) y 6-3 en 2h33). Es el mejor resultado de la carrera del valenciano, de 26 años y 74°, que nunca había alcanzado la penúltima ronda en un evento ATP. El jueves había apeado a Diego Schwartzman. El cara a cara de este derbi de la Armada favorece por 1-0 al campeón del US Open.

El caso es el que viernes, toda la jornada en el Lawn Tennis Club de la capital se retrasó por culpa de la lluvia. Alcaraz y Lajovic tendrían que haber jugado a las 18:30, hora local, y comenzaron a hacerlo al filo de las 21:00. La espera valió la pena, aunque el partido salió raro, con muchos vaivenes en el primer set, seguramente porque las condiciones se volvieron muy pesadas por culpa de la humedad. De ese modo, la eficacia de los saques de Carlitos se redujo y eso dio opciones a su oponente, que afortunadamente para el prodigio del El Palmar, estuvo aún peor que él con el servicio. “Creo que he jugado muy bien, desde el principio hasta la última bola. Sabía que iba a ser muy difícil, Lajovic es un gran jugador en tierra. Tenía que ser muy sólido desde el fondo de la pista. Es mi segundo partido del año y estoy contento con mi rendimiento”, analizó Charly, que aparentemente está libre de dolor.

Lo cierto es que al resto sí brilló Alcaraz (cinco quiebres), ágil en los movimientos y bien en el golpeo, a pesar de la lentitud de la pista. Tras apuntarse el primer set con algunos apuros, el murciano de 19 años afinó en el segundo, volvió a romper pronto (3-0) y esta vez no dejó escapar la ventaja. Había tenido opciones de break en muchos juegos ante un Lajovic que tiene un buen revés a una mano, aunque realmente no es un arma letal. Cuartofinalista del torneo, con esta, en tres ocasiones, el balcánico, de 32 años y 90º del ranking, no está en su mejor momento, aunque ha repuntado en el Argentina Open, donde ha enlazado dos victorias por primera vez desde en siete meses. Lleva más de tres años sin llegar a las semifinales de un torneo y marca contra top-10 es 6-23.

Ante un titán como Alcaraz, que le había ganado el año pasado en tres sets en el Open de Australia, poco más pudo hacer. El chico, que finiquitó el encuentro con un tremendo ganador de drive celebrado con gesto de torero, vuelve a mostrar su talento para las dejadas, está a un paso de su primera final desde la de Nueva York en 2022.

Varillas sorprende a Musetti

La otra semifinal del sábado en Buenos Aires la disputarán Cameron Norrie y el sorprendente Juan Pablo Varillas. El británico sufrió para superar por 5-7, 6-0 y 6-3 al argentino Tomás Etcheverry, en un partido que fue suspendido en dos ocasiones por la lluvia. Y el peruano, de 27 años y 101º del mundo, pudo con el italiano Lorenzo Musetti (20 y 20º), al que superó por un doble 6-4 para alcanzar el que, hasta ahora, es el mayor éxito de su carrera ATP. “Este tipo de torneos, hace cuatro años, eran muy lejanos para mí. Es un sueño estar aquí. Lo que estoy viviendo ahora es increíble, no me lo imaginaba. Me motiva darlo todo, sin mirar el ranking”, explicó Varillas.