Alcaraz remonta ante Jarry para jugar otra final
El español gana al chileno de 26 años y 139º del mundo, que jugó la previa, y repite final en Río, segunda seguida en 2023 tras Buenos Aires. Norrie, de nuevo su rival.
Que Carlos Alcaraz tenía trazas de estrella era algo que los que le seguían sabían desde hace tiempo. Otra cosa era que el chico lo demostrara. Este sábado lo hizo de nuevo en el Río Open, al superar otro día de altibajos para remontar un partido que se le había puesto cuesta arriba ante Nicolás Jarry. El chileno de 26 años y 139º del mundo, que tuvo que jugar la previa, refrendó la buena impresión que había causado durante loa semana y estuvo cerca de dar la sorpresa, pero Carlitos se agarró a la pista y prevaleció: 6-7 (2), 7-5 y 6-0 en dos horas y 41 minutos. “Estoy muy orgulloso”, dijo en la entrevista postpartido. “Hay que estal ahí siempre, con actitud positiva, esperando tus opciones”, explicó.
De manera épica se clasificó para su segunda final consecutiva en el torneo brasileño, segunda seguida del año tras la de Buenos Aires, donde acabó campeón. Se enfrentará este domingo (21:30, Movistar Deportes) otra vez a Cameron Norrie, como en el Argentina Open hace siete días. El británico sometió con apuros al valenciano Bernabé Zapata y clamará venganza. El murciano está a un triunfo de igualar a Novak Djokovic en el ranking, aunque el serbio mantendría el número uno porque ganó más puntos en los grandes torneos.
“Vamos con toda la ilusión del mundo para hacer frente a Alcaraz de principio a fin, con nuestra entidad, yéndolo a buscar... Y esto es tenis, todo puede pasar”, había dicho el español Juan Ozón, entrenador de Jarry en la Academia Next Level de Barcelona, en unas declaraciones facilitadas a AS. Y vaya si lo hicieron. Jarry, cuya progresión se vio frenada en 2020 debido a una sanción por dopaje (él la negó y demostró que había sido involuntario), solo perdió tres puntos con su servicio en sus cuatro primeros turnos. Además, rompió el inicial de Alcaraz y tomó una ventaja de 5-2 que parecía definitiva. Pero uno de esos fogonazos de talento que ha exhibido el murciano esta semana, le llevó a sumar 12 puntos seguidos desde el 0-15 del 5-3 al que le dio el 5-5. Al santiagués le pudo la presión de cerrar la manga, aunque se rehizo después y volvió a sacar como acostumbra hasta un desempate en el que fue muy superior.
Los vaivenes esta vez no beneficiaban a Alcaraz, porque su rival templó los nervios cuando se le venía encima la reacción furiosa del número dos del mundo. Y le inquietó al resto nada más empezar el segundo set. Sin embargo, se le escaparon tres opciones de quiebre. Carlitos intentaba atraerlo a la red, con dejadas que en ocasiones funcionaron, pero ahí también se defendía más que bien, con muy buena mano. La otra baza era desplazarlo de lado a lado, no tan efectivo al tratarse de uno de esos tenistas altos que se mueve bien, como Medvedev.
Frustración y subidón
La frustración se apoderó de Alcaraz, que hasta tiró la raqueta. Todo estaba en manos de Jarry, sobre todo en su saque, porque no tiene golpe malo, y lo mantuvo precisó y potente hasta el duodécimo juego. Ahí sucumbió al halo de estrella del prodigio de El Palmar, que tuvo que recibir tratamiento en el muslo izquierdo y tomarse unos antiinflamatorios antes de igualar el marcador con un break en blanco (“No me preocupa jugar con algunos dolores, es normal para cualquier tenista”, afirmó”). Otro destello de calidad le dio ocho puntos seguidos con los que ganó el parcial. Ese subidón le duró más en esta ocasión y con un punto extraordinario consumó un nuevo quiebre que le puso rumbo a la victoria ante un oponente tocado anímica y quizá físicamente. No obstante, sombrerazo para él, que sale recuperado y de vuelta en el top-100 (86º, su tope es el 38º). Se parece al Jarry que ganó a Zverev y fue campeón en Bastad en 2019.