TENIS | MASTERS 1.000 CINCINNATI
La lluvia aplaza el apuro de Alcaraz ante Monfils
El encuentro entre español y francés es interrumpido en el tie-break del segundo set por una tormenta, y se reanudará este viernes, cuando también se disputarían los octavos.
La andadura de Carlos Alcaraz en el Masters 1.000 de Cincinnati comenzó en la madrugada del jueves al viernes de una manera algo accidentada, tanto por los apuros que pasó el murciano en el segundo set de su duelo ante Gael Monfils como por la lluvia que apareció de manera repentina y que obligó a suspender el partido hasta el día siguiente. Por ello, el enfrentamiento de segunda ronda entre el español y el francés se reanudará este viernes, no antes de las 18:30 de España (las 12:30 locales), con un resultado de 6-4 y 6-6 (1-3 favorable a Monfils en el tie-break)... si es que se puede jugar, ya que las previsiones meteorológicas en Mason, el suburbio de Cincinnati en el que se disputa el evento, hablan de un 70% de probabilidad de lluvia.
En caso de poder reanudarse el encuentro según lo previsto, sería fundamental para Alcaraz levantar la desventaja del desempate y liquidar el partido en unos pocos minutos (está a seis puntos de la victoria), ya que horas después, a las 21:00 de España (15:00 locales), debería enfrentarse en octavos de final con Holger Rune, que llegará mucho más descansado. Mientras que Carlitos no tuvo la confirmación de que se suspendía su partido hasta las 22:00 locales, las 04:00 de la madrugada en España, el danés, que se sobrepuso a lo que apuntaba a ser un golpe de calor, certificó su victoria ante Nuno Borges (6-3 y 7-6 (8)) cuatro horas antes. El hecho de que este Masters 1.000 de Cincinnati dure una sola semana (algo que cambiará el año que viene) y el no contar con ninguna pista con posibilidad de desplegar una cubierta hace que la lluvia comprometa seriamente el normal desarrollo del torneo, cuya final se debería disputar el próximo lunes.
Hasta la llegada de la lluvia, Alcaraz estaba protagonizando en Cincinnati un estreno de dos caras totalmente opuestas. El de El Palmar, que reaparecía por primera vez desde perder la final de los Juegos Olímpicos, disputaba su primer partido en pista dura desde el mes de marzo en Miami. “Desde el primer punto, buen lenguaje corporal”, le alertaba Juan Carlos Ferrero antes del inicio del partido contra el siempre peligroso Gael Monfils, de 37 años y 46º del ranking mundial, que venía de cargarse en primera ronda a Alexei Popyrin, campeón en Montreal esta misma semana. Ferrero presagiaba que no iba a ser sencilla la vuelta a la superficie dura, más todavía en un torneo de Cincinnati que está destacando por la extrema velocidad de sus pistas. Sin embargo, Alcaraz, que lucía una vestimenta totalmente roja, corte de pelo nuevo y poca barba, como acostumbra a hacer en sus primeras comparecencias tras un periodo de descanso, comenzó muy enchufado.
El primer set lo dominó el de El Palmar a través de su servicio, faceta en la que estuvo excelso. Aprovechó las dudas de salida de Monfils, al que le costaba meterse en pista, para romper en el tercer juego de la manga, y desde entonces Carlitos metió la directa con el saque. Tres juegos en blanco consecutivos con su servicio, y se apuntó el primer set habiendo perdido únicamente cuatro puntos con su saque (y eso que tres fueron cuando disponía de bolas de set e intentó gustarse más de la cuenta). Daba la sensación de que Alcaraz dominaba a placer a un rival al que había batido con holgura en sus dos duelos previos, pero Monfils dio un paso adelante en el segundo parcial. También ayudó el bajón del español, pero el francés se encontró mucho más a gusto en los intercambios largos y llegaron las oportunidades para él: desperdició tres bolas de rotura con 2-3, y con 5-6 llegó a tener un punto de set al resto, aunque Carlitos desactivó con éxito todas estas ofensas.
Tormenta y maratón para el viernes
Charly no empezó muy bien el tie-break del segundo set, en el que tuvo un par de errores no forzados que dieron ventaja a Monfils. Y, con el cielo cada vez más y más gris en medio de la noche de Cincinnati, Alcaraz pagó caro el no haber cerrado el encuentro con mayor prontitud. La lluvia comenzó a arreciar con fuerza sobre la pista central del evento de Ohio, y lo que inicialmente se les comunicó a los jugadores como un parón de unos 20 minutos acabó convirtiéndose en una cancelación para toda la jornada. Ahora, la agenda de Cincinnati en general y de Alcaraz en particular se aprieta, y puede hacerlo todavía más durante un fin de semana en el que la lluvia apunta a aparecer nuevamente. De momento, y si la meteorología lo permite, Alcaraz debe salir con éxito de un apuro con el que no contaba en su estreno.
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