Croacia deja a España a cuadros
Coric derrota a Bautista en el primer individual y Cilic da la puntilla a la Armada ante Carreño. Australia, rival en semifinales de los balcánicos.
Cuatro de la tarde del miércoles en Málaga y el ambiente es de día grande. El Martín Carpena aún no se ha llenado, pero el recinto retumba cuando suena el himno español. Después, como si de un gol visitante en un estadio de fútbol se tratara, el ambiente se enfría. Aprovecha la charanga croata para hacerse fuerte. Por momentos parece que se juega en Zagreb. España tenía enfrente un Tourmalet, el equipo número uno del ranking ITF, en las Finales de la Copa Davis, y no consiguió hollar la cima. Roberto Bautista resbaló ante Borna Coric en el duelo de números dos (6-4 y 7-6 (4) en 1h58) y Cilic, en el envite entre primeros espadas, dio la puntilla imponiéndose a un Carreño titánico, que echó el resto sin recompensa (5-7, 6-3 y 7-6 (5) en 3h16).
El gijonés era un funambulista surcando una cuerda floja. No se podía permitir ningún desliz y fue consecuente con ello en el primer acto. Cilic no tenía el día al servicio (48% de primeros) y, tras salvarlo hasta en cinco ocasiones, al final lo entregó para un 3-2 efímero, porque Carreño no consolidó el break. Tendría otra bala en el momento decisivo, con 6-5 arriba. Rompió en blanco e hizo valer su saque acto seguido. España tenía algo a lo que aferrarse.
Pero la película empezó a torcerse de nuevo en el segundo. Se le hacían largos los juegos en los que llevaba la iniciativa al número uno de la Armada. Y lo inevitable acabó ocurriendo. Cilic demarró en el quinto y cerró el set sin problemas, mandando el duelo a un tercer set que se tornó agónico. Especialmente tras un quiebre que le dio la ventaja: 2-1. Lo contrarrestaría enseguida Carreño, que empezó a sacarse algunos golpes absurdamente geniales de la chistera. Pero cedió su saque por cuarta vez en una pequeña desconexión y se asomó al abismo, con 3-2 en contra. Tampoco entonces tiró la toalla.
A Cilic se le encogió el brazo viéndose ganador. Pablo volvió a igualar, 4-4. Se llegó al tie-break y el asturiano encendió el Carpena con una secuencia de cuatro puntos de cinco a favor, aprovechando que su rival seguía zozobrando. Al final los nervios cambiaron de bando. Marin hiló tres puntos seguidos, empató, puso el 6-5 con su saque y Carreño mandó más allá de la línea de fondo los sueños de España en estas Finales que se le torcieron antes de empezar.
Coric abrió camino
Había comenzado muy parejo el primer pleito, con ambos jugadores contemporizando, midiéndose. Poco riesgo. Un cuarto de hora para los dos primeros juegos. Los dos invertían mucho esfuerzo en mantener su saque. Bautista incluso salvó una bola de rotura en el turno inicial. A partir del tercero la cosa cogió ritmo. Nadie ponía una marcha más al resto. Se sucedían los puntos sin novedad hasta que en el séptimo, tras anular Roberto una segunda opción de quiebre para Coric, con 30-40 llegó el break. Lo consolidó el croata, 26º del ranking, que se pasó un año lesionado hasta que consiguió retornar a las pistas el pasado marzo. En agosto se impuso en Cincinnati, el primer Masters 1.000 de su carrera. Aunque Bautista, 21º, apretó con 5-4, no consiguió doblegarle. La primera manga se escapó.
Se aligeró el duelo en la segunda, interrumpida momentáneamente a la mitad por dos sujetos que saltaron a la pista con la intención de esposarse a la red para reivindicar algo, rápidamente desalojados. Los juegos se sucedían rápidos al saque. No hubo ni una sola bola de break en toda la manga. Mandaban los buenos porcentajes al servicio: 75% para el castellonense, 69% para el de Zagreb, que llevaba la iniciativa. 17 golpes ganadores y seis errores no forzados por tres y cinco de Bautista, algo frío en los gestos. Es un bloque de hielo, una cualidad muy apreciable en determinados contextos, pero quizá no tanto en una competición que demanda conexión con el público. Este se volvió a entonar, oliendo la derrota, y empujó fuerte de nuevo.
Aun así no pudo evitar que Bautista, en un tie-break que se decantó pronto del lado contrario tras dos minibreaks para el 4-1, terminara claudicando en la que es su séptima derrota en 20 partidos de Davis (Coric está 13-9 ahora). En su estilo, sin dar nada por hecho, levantando dos bolas de partido antes del 7-4 definitivo.