Sinner rompe la lógica con sus números contra Djokovic

Ganar a Djokovic es muy difícil. Ganar a Djokovic en semanas consecutivas roza lo imposible. Ganar a Djokovic dos veces en un día parece una epopeya. Ganar a Djokovic después de salvar tres bolas de partido es único, literalmente. Este sábado, Jannik Sinner se convirtió en el primer tenista capaz de esto último. Y valió la clasificación de su país para la final de la Copa Davis. Con 4-5 y 0-40 en el tercer set, el italiano obró el milagro en el partido individual contra el serbio; después, en el dobles, al lado de Sonego y otra vez con Nole delante, culminó dos semanas mágicas. En doce días, tres victorias contra el número uno del mundo. La primera llegó en la fase de grupos de las ATP Finals y puso en jaque el pase de Djokovic; la única derrota, por su parte, se produjo en la final de Turín, en la que Novak levantó su séptima Copa de Maestros. “Vas a estar ahí para ganar Grand Slams y para ser número uno del mundo”, le dedicó entonces el balcánico al transalpino. En Málaga, Sinner demostró el porqué de esas palabras.

Hasta este sábado, sólo tres jugadores habían ganado a Djokovic en semanas consecutivas: Mikhail Youzhny (2007), Rafa Nadal (2008) y Andy Murray (2008). Hasta este sábado, sólo tres jugadores (y dos coinciden) habían ganado a Djokovic después de superar bolas de partido en contra: Youzhny (salvó tres en Róterdam 2007), Nadal (salvó tres en Madrid 2009) y Marin Cilic (salvó una en Queen’s 2018). Nadie había salvado tres, como Sinner hizo en el Carpena, y nadie ganaba a Djokovic dos veces en una misma temporada desde Daniil Medvedev en 2019. Sólo Jo-Wilfried Tsonga, en Bangkok 2008, lo había hecho dos veces en un día. Datos y más datos para desafiar a la lógica. Algo sin precedentes frente a un jugador inigualable en las estadísticas. Incluso entre los más grandes. A lo largo de su carrera, Roger Federer perdió 24 veces tras tener bola de partido a favor; Nadal, por su parte, lo ha hecho en ocho ocasiones. La de Djokovic contra Jannik, merece la pena incidir, fue sólo la cuarta.

Casi inexplicable. Incluso para Sinner, al que le costó encontrar palabras para describir lo que había conseguido. “Fue una montaña rusa. Empecé muy bien, él fue mejor que yo en el segundo set y, en el tercero, intenté sacar bien. En los puntos de partido perdidos, saqué muy bien. Estamos muy contentos de seguir en la competición, estábamos a un punto de quedar eliminados”, celebró. “Obviamente, superar ese 0-40 ayudó para aumentar la confianza. Jugar dobles en el partido decisivo no es fácil. Es mucha presión y creo que la manejamos muy bien”, añadió el italiano a modo de resumen. Este domingo, frente a Australia, liderará a su país en su primer primera final desde 1998, año en el que Jannik aún no había nacido (es del 2001). El único título data de 1976.

Más halagos de Nole

Con Sinner, Italia vuelve a creer. Más allá de los Carota Boys, su club de fans particular, el tenista se ha convertido en uno de los grandes ídolos nacionales. “Sinner y la selección de fútbol inducen al optimismo”, dijo esta semana el ministro de deportes y juventud italiano, Andrea Abodi. En los últimos meses, los halagos hacia Jannik se han sucedido uno tras otro. Tras las ATP Finals, Djokovic también incluyó al italiano en un posible Big Three del futuro, al lado de Carlos Alcaraz y Holger Rune. Este sábado, y pese a mostrarse especialmente dolido por no llegar a la final, Nole siguió ensalzando a Sinner. “Tiene uno de los golpes de derecha más rápidos que vi, le da mucha potencia. Conozco su calidad, pensé que tal vez iba a bajar su nivel en dobles, pero no fue así. Jugó a un nivel altísimo”, le dedicó. Sobre la pista, el italiano le había ganado como nadie lo había hecho jamás.

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