"Es muy difícil retirarse ganando, solo Sampras, que ganó el US Open y se largó"
Feliciano López, director de las Finales de Málaga, compartió cinco Ensaladeras con Rafa Nadal. El martes, vivió desde el palco la despedida de su amigo.
Feliciano López (Toledo, 43 años) vivió la despedida de Nadal desde el palco, en su condición de director de las Finales de Copa Davis. Un trago, el de la retirada, que él afrontó el año pasado, tras 26 temporadas como profesional, aunque ya compaginándolo con el cargo de director del Madrid Open. Para él, se fue referente y un amigo con el que compartió cinco Ensaladeras (2004, 2008, 2009, 2011 y 2019). Se hace muy, muy raro, pero de Nadal ya se habla en pasado. Tras un encuentro con medios auspiciado por Lexus, patrocinador de la competición, atiende a AS.
-En la primera eliminatoria en que coincidió con Nadal, en Brno en 2004 y con 17 años, le dice a usted: “Sal y gana tu partido, que después ya ganaré yo”.
-¡Yo estaba asustado! Ya le conocía, porque con 15 años había entrenado con él en Sevilla. Esa anécdota es cierta. Íbamos perdiendo 2-1 el sábado, y de repente, el domingo salió corriendo hacia mí, después de perder su individual y el dobles, para desearme suerte y soltarme eso. Debutaba en una pista hostil hasta para mí, que me encantaban las pistas rapidísimas. Era su segundo año de carrera y no era el jugador de ahora. No había ninguna razón para creer que iba a ganar a Radek Stepanek el quinto punto. Pero ya tenía el convencimiento. Seguimos ganando y se levantó la Davis en Sevilla. Es cuando se colocó en el disparadero. Cuando surgió Nadal.
-Compartieron muchas eliminatorias. ¿Con cuál se queda?
-La de Brno contra la República Checa fue brutal, pero más allá de algo en concreto destaco su pasión. Transmitía energía. Siempre veía el vaso medio lleno. Y le encantaba jugar por equipos, por eso disfrutó tanto la Davis. Sólo perdió el primero y el último de sus individuales. La Davis le representa: pura energía.
-¿Qué vio en Nadal que no vio en otros?
-Se ha hablado mucho de su condición física, pero se ha pasado por alto que su drive era una barbaridad. Entre los tres mejores de la historia. Su velocidad de bola es absolutamente diferente a cualquiera. Y además, tenía una habilidad que no se aprende: bola que tocaba, bola que metía dentro desde cualquier posición. Hacía a la bola volver y volver.
-Usted casi no se lesionó. Nadal se pasó cinco años y cinco meses parado. ¿Cómo pudo convivir con tanta desgracia y tanto dolor?
-Es muy difícil. Tuvo una capacidad increíble para recomponerse de los golpes. Pero echando la vista atrás, y a pesar de la mala suerte, hay que destacar que su carrera ha sido larguísima. A los treinta debía estar fuera, y con 36 en 2022 estaba ganando dos Grand Slams. Si cuando empezó, con la lesión crónica en el pie y las complicaciones de rodilla, me dicen eso no me lo hubiese creído. Estuvo a punto de ser número uno también. Habiendo sufrido lo que ha sufrido, logró todo eso. Sin las lesiones, hubiese ganado más Grand Slams que nadie.
-¿Ante Botic van de Zandschulp vio a Nadal con sensación de impotencia?
-No. Le vi muy emocionado previamente, como se vio durante el himno. No sé si eso lo pudo canalizar bien, porque estuvo muy bien en los entrenamientos previos, dentro de sus circunstancias, de sus 38 años y de haber competido poco.
-¿Cómo es el día en el que sabes que ya todo queda atrás?
-Depende de cómo te retires. El cambio drástico en tu vida no se asimila de un día para otro. Hay que preparar la mente para eso. Es muy difícil retirarse ganando. Sólo uno, Pete Sampras, ganó el US Open y se largó. La derrota de Nadal, además, afectaba a otra gente, al resultado final de la eliminatoria y por eso quizá estaba más afectado. David Ferrer o yo planificamos la retirada con mucho tiempo y cuando llegó el momento estábamos preparados. Influye también mucho como estés, en mi caso sin ningún problema físico y por eso lo disfruté. Pude ganar a varios Top-50 y era un logro. Puede decidir cuándo y cómo irme. Eso es importante. A Nadal, casi todo lo que tenía planeado este año no le salió bien. No deja de ser duro. Hay que aceptar que lo que te ha dado el tenis, no te lo dará nada más en la vida. A nivel de emociones, de adrenalina.
-Una palabra que estuvo en boca de todos en la despedida fue el ‘legado’ de Nadal. ¿Cuál es el que deja para usted?
-A nivel deportivo, el máximo. Más no se puede hacer. No habrá un deportista en España como él. Ha logrado cosas inalcanzables y emocionar y enganchar a gente que no había visto nunca un partido de tenis. De todas las edades y culturas del mundo. Conseguir eso a través del deporte es casi imposible. Ese su legado. Y luego, personalmente, la forma en la que ha conseguido todo eso es admirable. Una persona que siempre ha tenido los pies en la tierra y que siempre se ha comportado bien. La persona ha estado a la misma altura que el deportista. Se le va a recordar como un buen tío. Al final los títulos están bien, pero eso...
-¿Cómo ha quedado la Copa Davis sin el final soñado de Nadal?
-Como aficionado, es triste. También nos quedamos tristes por la derrota de España. Se juntó todo. Pero hay que verlo de forma positiva. En vez de pensar que ya no le vamos a ver, pienso en lo que nos ha hecho disfrutar durante veinte años.
-¿Cómo se recompone el torneo? Había casi 400 periodistas acreditados, entradas vendidas...
-Es un palo, pero la competición está por encima. El año pasado, España no jugó y fue un éxito. Es cierto que sumar a Carlos Alcaraz a Jannik Sinner ayudaba aún más, pero se va a seguir viendo buen tenis. España, además, no tenía garantizado nada, aunque la figura de Nadal lo eclipsara todo.
-La generación de oro de la Davis con usted, Nadal, Verdasco, Ferrer o Bautista, ya con 36 años, se extingue. ¿Qué futuro le ve al equipo alrededor de un Carlos Alcaraz que parece un poco solo?
-Y Marcel Granollers tiene ya 38 años... El futuro no va a ser igual de brillante. Pero tenemos la suerte de contar con Alcaraz y aprovechando su tirón hay que construir un equipo competitivo que no tenga una dependencia tan grande de él. Ese es el objetivo inmediato de nuestro tenis, que Carlos no sienta todo el peso de la responsabilidad de ganar. Jugadores versátiles en todas las pistas y que puedan también jugar dobles.