Jaume Munar: “Las prisas me hicieron pasarlo muy mal”
El número uno de España habla con AS antes de liderar a la Selección en la eliminatoria de Copa Davis ante Dinamarca. “Creo que tengo margen de mejora”.
El honor de ser el número uno de la Selección española en la Copa Davis recae este fin de semana en Jaume Munar (Santanyí, 28 años), que también celebra estos días el mejor ranking de su carrera (37º) tras el mejor Grand Slam de su vida (octavos de final del US Open). Tiene mucho que festejar ‘Mágico’ en Marbella, donde este sábado se mide con Elmer Moeller (sobre las 14:30, M+) en el segundo partido de la eliminatoria de Copa Davis que España disputa ante Dinamarca. Horas antes de prácticamente redebutar en individuales de la copa del mundo de tenis (solo jugó uno en 2017), el balear se sienta a hablar con AS.
¿Qué tal va, con nervios?
Bien, muy bien, la verdad. Han sido días muy productivos de trabajo. Venía del US Open un tanto enfermo cuando volví. Me recuperé bien, empecé a entrenar el lunes y he ido de menos a más, pero desde el miércoles ya con muy buen feeling. Hoy también he tocado muy bien la pelota y tengo muchas ganas. Es un privilegio, lo digo. Mucho más allá de lo que pueda representar o de lo que la gente se imagine sobre la presión. Estoy muy contento con el nivel que estoy dando y preparado para el sábado.
¿Qué siente cuando oye ‘Jaume Munar, número uno de España’?
Como te digo, es un privilegio. Creo que todos los números uno que hemos tenido a lo largo de tantos años en España han sido gente muy buena. Yo estoy un poco en esta situación por unas bajas sensibles que ha habido en el equipo, pero sabiendo la responsabilidad que conlleva el puesto. Aun así, con muchas ganas y sintiéndome preparado, que al final es lo importante.
Ni abre ni cierra la eliminatoria. ¿Le gusta eso?
Pues la verdad, me daba igual. Lo estaba hablando con David. Nunca he estado en esta situación, así que no puedo valorar si prefiero jugar primero o después. Lo que me ha tocado, me ha tocado. Lo que sí sé es que estoy realmente preparado. Obviamente habrá una gestión emocional que hacer porque es un partido que representa cosas, pero me siento bien y tranquilo, que es lo que importa.
Estuvo ya en Suiza y jugó el dobles, aunque ahora es diferente. ¿Está tratando de empaparse de lo que supone liderar al equipo?
Bueno, sí. Al ser número uno, al ser jugador individual, y por cómo están yendo los entrenamientos y el momento de forma que tengo, tengo más relación directa con el capitán, hablamos más sobre tenis… Pero la realidad es que creo que somos un equipo muy equilibrado. Tenemos cuatro jugadores muy importantes y yo en ningún momento me he sentido más fundamental que cualquier otro. Lo tomo con la calma de formar parte del equipo nacional, que ya es mucho, y con la responsabilidad que tenemos todos. Así que lo vivo igual que en Suiza.
El año pasado ya lo acabó muy bien. ¿Se esperaba todo lo que le está pasando este curso?
No me gusta tener expectativas altas, pero la verdad es que ya venía haciendo muy buen trabajo desde hace un año y sí, me esperaba que en algún momento salieran las cosas como están saliendo. Siempre digo que esto es un cóctel de muchos años atrás, no solo el trabajo de unos pocos meses. En algún momento esperaba llegar a donde estoy, y en algún momento espero tocar puntos aún más altos.
¿Y a qué se debe este gran año? ¿Ha habido un clic en algo?
Ha habido mucho trabajo durante muchos años. También una madurez que ahora tengo con 28 años y que no tenía con 23, 24 o 25. Ha habido muchos cambios a nivel tenístico, tanto tácticos como técnicos. No creo que haya habido una sola cosa puntual que me haya hecho mejor jugador, sino muchas cosas que se han ido dando.
¿Cree que hay mucha prisa en el tenis, que se busca un éxito muy inmediato?
Sí, creo que se habla mucho de eso en Prensa o entre gente que no está en el día a día. Para mí, lo importante es el mensaje que te transmite tu círculo íntimo, tu grupo de trabajo, y cómo tú gestionas mentalmente todo eso. Yo siempre me lo he tomado con calma, aunque en 2019 pasé un año muy malo mentalmente por esas prisas, que me hicieron pasarlo mal, por creer que estaba más cerca de los buenos de lo que realmente estaba. Al final, cada uno tiene su trayectoria personal y profesional. Todo llega cuando tiene que llegar. En el tenis no es tan fácil, y menos en el corto plazo.
¿Qué tal ha digerido lo del US Open? Venía haciendo un torneazo, pero llegó ese partido clave y la enfermedad no le deja competir.
La verdad es que me esperaba ya ese palo con Musetti. Venía de tres días muy enfermo, me encontraba muy mal. No me gusta hablar mucho de eso, pero ya el partido anterior contra Bergs fue muy duro, pasé muy mala noche. Por situaciones del juego logré sacarlo adelante, pero ya notaba que las pilas se iban apagando. Fue un verano largo en Estados Unidos, casi ocho semanas de competición, partidos exigentes… y terminó así. Es lo que hay. Hay que aceptarlo.
Pese a ello, saltó a pista y no se retiró.
Sí. Para mí es un tema de respeto, primero de todo, hacia la gente que paga su entrada para ver tenis. Merecen un mínimo de espectáculo, aunque no fuera el que me hubiese gustado dar. Y también respeto personal, hacia mí mismo y hacia todo el equipo que trabaja conmigo. Me he ganado estar en esa situación. No suelo estar en la segunda semana de un Grand Slam, así que por sentimiento personal, quería estar en pista y terminar ese partido.
Le debo gran parte de mi mejora a Lorena, mi psicóloga
Jaume Munar
¿En qué está trabajando más ahora de su tenis?
En muchas cosas, pero especialmente en la gestión emocional. He llegado a un nivel donde mi tenis ha crecido mucho, y ahora la clave está en ser más regular, en sacar ese nivel más a menudo durante los partidos. Ahí está el siguiente paso.
¿Y esa gestión emocional cómo la trabaja? ¿Con psicólogo, con el entrenador?
Con todo mi equipo, que tiene un papel fundamental. También me ha ayudado mucho mi novia, que es parte de mi entorno cercano. Y trabajo con Lorena, mi psicóloga desde hace un año y algo. Le debo gran parte de esta mejora a ella, sin duda.
¿Dónde se ve llegando?
No quiero ponerme números, pero estoy seguro de que mi nivel tenístico aún tiene margen de mejora. Si mi tenis mejora, yo voy a mejorar, mi ranking va a mejorar y todo lo demás. No sé hasta dónde, porque en el tenis también depende de los rivales, que mejoran contigo. Pero, en el corto plazo, creo que puedo superar mi ranking actual.
El domingo se enfrentará a Rune por primera vez. ¿Cómo plantea ese partido?
Es un partido que todavía queda lejos, es el del domingo. Primero vamos a ver cómo sale el sábado. Obviamente, Holger es un tenista de primer nivel, pero estamos en Marbella, estamos con confianza, tenemos el privilegio de formar parte de un equipo como España, y a partir de ahí veremos. Yo me centro primero en el partido del sábado, que ya es trabajo suficiente.
Le espera una buena paliza el domingo con el dobles y el individual.
De momento sí, veremos cómo respondo físicamente y qué decide el capitán. Pero si me toca estar en los tres partidos del fin de semana, voy a estar. Creo que la energía, el público y todo lo demás me van a llevar en volandas. Por el aspecto físico, no creo que sufra.
¿Cómo lleva el calendario tan duro? Una gira americana larga, sin descanso casi viene a Marbella…
Bien, aunque es muy duro. La gente a veces no es consciente de la exigencia física y mental que tenemos. Esta semana, por ejemplo, en mi calendario era una semana de descanso, pero me toca representar a la Selección y estoy encantado de estar aquí. Pero las semanas de descanso se van esfumando. Competimos más de 30 semanas al año, y entre entrenamientos y poco tiempo libre, el descanso es mínimo. Te soy sincero, ya estoy mirando con ganas el break de noviembre después de la Davis, pero por ahora, estoy aquí, estoy bien y prefiero ir día a día. Si miras mucho hacia atrás, te puedes cansar sin querer.
Ya no solo en España, sino a nivel global, ¿cree que su generación ha perdido un poco el sentimiento fuerte que había en el pasado hacia la Copa Davis?
La Davis ha cambiado mucho. Cambió el formato, y eso hizo que se perdiera algo. Pero ahora, con el regreso de las eliminatorias en casa y fuera, creo que se va a volver a valorar más. Es una competición difícil de meter en el calendario, pero la Davis sigue siendo la Davis, al menos para mí. Yo recuerdo esos fines de semana con Ferru, Feli, Rafa… como momentos muy especiales. Como jugador, los vivo igual. A nivel mediático puede que haya perdido, pero seguro que lo va a recuperar.
Ha abrazado ya el mote de ‘Mágico’. ¿Acostumbra a terminar los partidos y ver la cuenta de @BerridosDeMunar?
No, no siempre (riéndose). Lo que pasa es que muchas veces mis amigos me pasan cosas. Yo, sinceramente, dedico muy poco tiempo al teléfono, no me gusta mucho, y en épocas de competición me cierro bastante al círculo cercano. Pero bueno, me hace gracia. Mientras la gente se lo pase bien, siempre desde el respeto, adelante.
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