Alcaraz no se cansa de ganar: récord de triunfos y novena final seguida
El español, de menos a más, remonta a Ruud para llegar a la final del ATP 500 de Tokio y sumar su 66ª victoria del año. Luchará por el título ante Fritz este martes.


Lo excepcional es ya rutina para Carlos Alcaraz, un tenista tocado por una varita, bendecido por los ángeles, que últimamente se ha adueñado del célebre “ganar, ganar y volver a ganar” que pronunció Luis Aragonés en su día. El número uno del mundo, inmerso en el momento más dulce de su todavía temprana, aunque prolífica, carrera deportiva, continúa derribando puertas, rompiendo barreras, acumulando cifras de auténtico vértigo. Este lunes, con su remontada sobre Casper Ruud (3-6, 6-3 y 6-4 en 2h08), el español accedió a la final del ATP 500 de Tokio, la novena consecutiva que alcanza, una racha únicamente lograda desde 1990 por el Big Three; y de paso sumó su 66º triunfo de 2025, rompiendo así el récord de victorias en un mismo año que tenía. Carlitos luchará por su octavo título de la temporada este martes (11:00 de España, M+) ante Taylor Fritz, que accedió a la final al deshacerse de Jenson Brooksby (6-4 y 6-3 en 1h31).
El dulce momento que atraviesa el palmareño se puede explicar a través de multitud de números que acompañan su travesía. Desde que cayese en la segunda ronda del Masters 1.000 de Miami frente a David Goffin, allá por el mes de marzo, Alcaraz ha llegado a la final de todos los torneos ATP que ha disputado: títulos en Montecarlo, Roma, Roland Garros, Queen’s, Cincinnati y US Open, y subcampeonatos en Barcelona y Wimbledon. Su balance desde entonces es un estratosférico 51-3, y la cifra de nueve finales consecutivas le pone a la altura del Big Three, los únicos que consiguieron tal hito desde 1990 (Roger Federer y Novak Djokovic llegaron a 17 seguidas, Rafa Nadal también alcanzó nueve en 2013). Además, Carlitos es el quinto hombre en lo que va de siglo que se planta en 10 finales en una sola temporada, siguiendo los pasos del Big Four (Djokovic y Nadal lo hicieron cinco veces, Federer en siete ocasiones, y Murray una vez).
Tanto está ganando Alcaraz que en ocasiones da la sensación que lo hace por inercia, por costumbre, sin necesitar siquiera una versión premium. Eso le sucedió este lunes, cuando Ruud, de 26 años y 12º mundial, al que el español le domina el cara a cara por 5-1, le dio un buen susto. Carlitos salió algo relajado, con poca tensión a pista, y lo pagó caro en un inicio bastante desordenado, repleto de errores no forzados (15 en el primer set), malas subidas a la red y, en general, unas sensaciones no muy óptimas. Solo él sabe si notó algo en el tobillo que se dañó en su estreno en este torneo de Tokio, pero lo cierto es que se enredó intentando acortar los puntos y negando los intercambios largos, consciente también de que Ruud es un peligroso rival en partidos así. El noruego, muy serio, salvó cinco bolas de break y aprovechó la primera que tuvo para ser el primer jugador que le arrebata un parcial a Alcaraz en la capital japonesa.
Carlitos, que está 10-1 en semifinales en este 2025, salió con vida del momento crítico en el que tuvo que salvar una oportunidad de quiebre que tuvo Ruud nada más empezar el segundo set, y desde entonces dio un salto de calidad más que notable. Abrazó la adversidad, ajustó su tenis para poner fin a la sangría de errores no forzados (cinco en el segundo parcial) y fue más paciente, sabedor de que el noruego no es precisamente un martillo pilón que siempre mantiene el alto nivel. Rompió a placer el murciano y, en sus cuatro siguientes turnos de saque, únicamente perdió un punto, por lo que abrochar el segundo set no le costó demasiado. La tormenta ya había sido desviada. “He tenido oportunidades en el primer set, varias bolas de break, en algunas lo jugué bien y fallé por poco. El tenis va de eso, puede cambiar rápido, he intentado estar más positivo que en el primer set, en el que estuve un poco enfadado conmigo mismo. Me aparté de esos pensamientos negativos para jugar con alegría, con pensamientos positivos, y así le he podido dar la vuelta”, explicó tras el encuentro.
Más finales seguidas desde 1990
17 - Roger Federer: desde Halle 2005 hasta Cincinnati 2006 (pierde en segunda ronda con Murray)
17 - Novak Djokovic: desde Australia 2015 hasta Dubái 2016 (pierde en cuartos de final con Feliciano López)
9 - Rafa Nadal: desde Viña del Mar hasta Wimbledon 2013 (pierde en primera ronda con Darcis)
9 - Carlos Alcaraz: desde Montecarlo hasta Tokio 2025 (racha en activo)
8 - Jannik Sinner: desde Cincinnati 2024 hasta Halle 2025 (pierde en segunda ronda con Bublik)
8 - Roger Federer: desde Hamburgo hasta París 2007 (pierde en tercera ronda con Nalbandian)
Ya son 31 finales en su carrera para el de El Palmar, el primer español que alcanza esta fase en Tokio desde Nadal en 2011. Para igualar al manacorí, Alcaraz volvió a salvar un par de amenazas de break que tuvo Ruud en el tercer set, y un quiebre en el quinto juego resultó definitivo a la postre, porque el murciano estuvo muy acertado con el servicio (11 aces y 78% de puntos ganados con primer saque). Celebró con el público y con su equipo, encabezado por Samu López ante la ausencia de Juan Carlos Ferrero, su 66ª victoria de 2025, pasando por primera vez en su vida la barrera de los 65 triunfos en la que se había quedado en 2023, la que hasta ahora era su temporada más exitosa. Pero lo que está haciendo en este curso se queda ya sin calificativos apropiados, y todavía le quedan los Masters 1.000 de Shanghái y París, las ATP Finals y la Copa Davis.
Para levantar su tercer ATP 500 del curso, tras Róterdam y Queen’s, Alcaraz deberá servirse la venganza ante Fritz, de 27 años y quinto del ranking mundial, campeón en Tokio hace tres años, que ganó al español hace tan solo una semana en la Laver Cup. Allí, en San Francisco, Taylor completó uno de los mejores partidos de su vida para derrotar a Carlitos por un contundente 6-3 y 6-2, aunque el balance es un 3-1 favorable al murciano, que ya está prevenido. “Sé que Taylor ha estado jugando un gran tenis últimamente, ya lo vimos en la Laver Cup contra mí y contra Zverev. Él se siente genial en la pista, trataré de cambiar algunas cosas. Aunque es diferente a San Francisco, la pista, su velocidad, la atmósfera, todo. Será otro reto para mí, tengo ganas de ello, trataré de coger las cosas buenas y cambiar otras, será un partido emocionante y me apetece jugarlo”, aseguró un Alcaraz que lleva por bandera el lema de “ganar, ganar y volver a ganar”.
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