Alcaraz derriba el muro de Aliassime y repite semifinal

A los 19 años, Carlos Alcaraz ya había sido campeón de un Grand Slam, ganador de dos Masters 1.000 y de otros dos ATP 500, además de ser el número uno más joven de la historia. Pero había algo que no había conseguido hasta este jueves: ganar a Felix Auger-Aliassime. El canadiense de 22 años y número 10 del mundo era el único de los 13 rivales contra los que había jugado al menos tres veces al que no había logrado vencer. Perdió en 2021 en el US Open (el español se retiró en el segundo set) y en 2022 en las Finales de la Copa Davis y en la penúltima ronda de Basilea. Aunque nunca se habían medido en igualdad de condiciones, porque Charly encaró los dos duelos del curso pasado un pelín justo de fuerzas tras una campaña muy exigente para él. Esta vez se le vio pletórico y con un doble 6-4 en 1h59 se sacó la espina. “Había que estar ahí. En Málaga había tenido opciones y en Basilea recuerdo que me rendí un poco. Sabía que aquí tendría oportunidades y tenía que intentar aprovecharlas. Este es uno de mis mejores partidos de 2023″, dijo el sonriente ganador.

Alcaraz, que no ha perdido un set en lo que va de torneo, repite semifinal y se enfrentará el sábado (probablemente no antes de las 23:00, Movistar Deportes) a Jannik Sinner (la otra la disputarán Medvedev y Tiafoe). El italiano apeó al vigente campeón, el estadounidense Taylor Fritz (6-4, 4-6 y 6-4). El balance entre ellos está igualado (2-2), con una última victoria significativa del prodigio de El Palmar en Nueva York, camino de su título. “Estoy contento de enfrentarme a él de nuevo. Hemos tenido grandes batallas y las disfruto. Será muy buen partido para los aficionados y para mí también. Voy a tratar de mostrar lo mejor de mí, mi 100%, porque él está jugando muy bien”, avanzó Carlitos, que no ganaba a un top-10 desde la final del pasado US Open contra Ruud (7º). Su marca en ese aspecto ahora es 13-9.

Auger-Aliassime es un tenista que por saque, potencia de golpeo y físico le hace frente a Alcaraz. La diferencia a favor del español está en el talento natural. Era un encuentro necesariamente táctico, porque el murciano necesitaba encontrar la manera de superar al quebequés. Y en ese terreno estuvo bien aconsejado desde la grada por su entrenador, Juan Carlos Ferrero, para que no se desesperara por no aprovechar los puntos de break. “Hay que aceptar las dificultades, si se nos va la oportunidad, no pasa nada, seguimos”, le decía el valenciano. El caso es que necesitó más de tres partidos y 17 ocasiones para romperle el servicio por fin a Felix. Fue un alivió para él. Se sentó en el banquillo sonriente. Había anotado un tanto en ese juego, el quinto, impresionante. “Está en todas partes”, escribió la ATP en la publicación de Twitter con el vídeo de la jugada. “Él tiene un gran saque. Estoy orgulloso de habérselo roto tratando de atacarle el segundo, dominar el punto desde el fondo y ser agresivo”, reveló después. Con amago de liada (doble falta y un mal revés), Carlitos cerró el parcial. Antes había metido una defensa tremenda.

Madurez

Ya sabía cómo ganarle un resto a Auger-Aliassime, después de perder los 31 primeros en su cara a cara. Por eso repitió nada más empezar la segunda manga, aunque no consolidó el break después al perder por primera vez su saque. No podía ser tan fácil. “Ante los problemas, positivo”, le espetó su técnico. Dicho y hecho. Amago de quiebre tras otro punto increíble. Lo disfrutaban en el estadio Monica Seles y Bill Gates. El encuentro se puso muy áspero en ambos lados de la pista, sin resquicios para la sorpresa. Hasta que, con 4-4, Alcaraz dio un paso literal al frente y obtuvo por tercera vez el difícil premio de la rotura ante un sacador excepcional. Gran mérito. Había que consolidarla y no falló. Con 16 errores no forzados, le tocaba ganar. Y recuerden: está a dos triunfos de ser campeón en el Valle de Coachella y de recuperar el número uno en detrimento de Novak Djokovic.