Alcaraz, a reivindicarse frente al búlgaro Dimitrov

Con agresividad o con el mono de trabajo. Como sea, pero con el triunfo entre ceja y ceja. En su estreno en este Mutua Madrid Open, en el que defiende corona, Carlos Alcaraz consiguió sacarse de encima a un rival, el finlandés Emil Ruusuvuori, que se le atragantó al español durante los dos primeros sets. Tras darle la vuelta al encuentro, el número dos del mundo le dio mucho valor en rueda de prensa a su capacidad para “adaptarse a las circunstancias”, y afronta ahora su duelo en tercera ronda frente al búlgaro Grigor Dimitrov (no antes de las 20:00, TDP y M+) con el objetivo de asentar sobre el polvo de ladrillo madrileño su juego que tanto le caracteriza.

“Muchas veces no conseguimos disfrutar o jugar a nuestro mejor nivel, y hay que aceptar eso con humildad. A veces hay que desplegar otro juego, aunque no sea mi estilo. Me adapto mucho a las circunstancias, si hay que ponerse el mono de trabajo lo hago perfectamente y me siento cómodo con ello”, explicó Carlitos tras su estreno triunfal en la Caja Mágica. En su primer y único antecedente frente a Dimitrov, en el Masters 1.000 de París del año pasado, Alcaraz no necesitó ponerse ese mono de trabajo del que habla, básicamente porque pasó por encima del jugador que ahora tiene 31 años y es 32º del ranking ATP: el murciano asestó un 6-1 y 6-3 en 72 minutos.

Antes de sufrir en sus carnes el vendaval Alcaraz, Dimitrov, que se bajó la pasada semana del Conde de Godó por molestias físicas, ya se olía lo que venía con el murciano. “Creo que hay que poner menos presión y dejarle hacer lo suyo, ver cómo se va a desarrollar. Pero por ahora parece estar en el camino correcto”, dijo un acertado Dimitrov en 2022, en la víspera del Masters 1.000 madrileño. Un año después, búlgaro y español compartieron entrenamiento este pasado miércoles (Dimitrov antes también entrenó con Badosa), y mucho han cambiado las cosas para el de El Palmar. Ya no es una promesa, sino una realidad.