Munar gana a Carreño en un fantástico derbi español
El mallorquín salvó dos match-balls ante el gijonés en un partido con intercambios de alto nivel y se enfrentará en tercera ronda al estadounidense Fritz.
Jaume Munar y Pablo Carreño disputaron este domingo en la pista 5 de Indian Wells uno de los derbis españoles que podrán verse estos días en el torneo (para el lunes quedan un Alcaraz-Bautista y un Badosa-Sorribes, este en el WTA 1.000). El mallorquín impuso su hambre, su ilusión y su mejoría ante el mejor ranking (16º), la pegada y la dinámica positiva en los torneos de pista dura del gijonés. Tras remontar y salvar dos puntos de partido, ganó por 6-4, 4-6 y 7-6 (4) en 2h58. El encuentro fue sensacional, con intercambios de altísimo nivel, sobre todo en los dos últimos sets. Una muestra de que el tenis de la Armada, que tiene 11 jugadores en el top-100, está en un momento dulce. Munar, que nunca había pasado hasta este año de la primera ronda del BNP Paribas Open, se enfrentará el martes en la tercera a Taylor Fritz. El estadounidense (20º) barrió en 57 minutos al polaco Majchrzak (doble 6-1).
El primer se lo apuntó Pablo con un break en el tercer juego, que supo mantener hasta el final de la manga, aunque tuvo que salvar por el camino tres puntos de quiebre que no aprovechó Jaume. El segundo parcial se jugó a un ritmo vertiginoso y Munar elevó el nivel hasta que amenazó el servicio de Carreño en el 4-4. Luego sufrió para sacar adelante el suyo antes de igualar el partido con una rotura para el definitivo 6-4.
El tercer set comenzó con alternativas continuas y los restos imponiéndose a los saques. Dos breaks. La tensión y la competitividad sana entre tenistas de dos academias ilustres, Equelite (Carreño) y Rafa Nadal (Munar), no decreció, fue en aumento, con sonoras celebraciones de puntos. Los quiebres se multiplicaron y el asturiano levantó un match-ball con 5-4 en contra. En el río revuelto, él pudo ser el pescador que sacara ganancia con la rotura definitiva, gracias a dos errores no forzados del balear, pero no la consolidó porque Munar aprovechó una de las dos bolas de quiebre que tuvo y salvó esas dos citadas de partido antes del decisivo desempate, un colofón merecido por los dos y cruel para Carreño.
Emocionante final
Ahí hubo un tanto maravilloso por parte de ambos que se llevó Munar, más fresco de piernas al final y a quien acompañó un pelín más la suerte cuando se sacó de la chistera una defensa complicadísima para recoger casi desde el suelo una pelota cuya trayectoria había trazado Pablo con un ángulo casi imposible de responder y que después tocó en la red antes de caer al otro lado de la pista con suspense. Esa fue la puntilla antes de un revés fallado por el inevitable perdedor. Lástima que no pueden colarles juntos en la siguiente fase.