Novak Djokovic apela "a la química" de un grupo de "amigos"
El número uno, que jugará la Copa Davis desde el viernes a puerta cerrada en una Austria confinada, advierte que es "una de las semanas de la temporada más importantes" para él.
La lucha por la Davis se presenta abierta y condicionada por bajas como la de Rafa Nadal por lesión, Alexander Zverev (renunció descontento con el formato), Matteo Berrettini (lesión en el Masters) y las de última hora de los jóvenes Felix Auger-Aliassime y Denis Shapovalov, que llevaron a Canadá a la final en 2019. Pero lucen nombres como los del número uno Novak Djokovic o el Sputnik ruso con Daniil Medvedev (3º) a los mandos, Andrey Rublev (5º), Aslan Karatsev (17º) y Karen Khachanov (29º), que choca contra España en el Grupo A.
"Esta es una de las semanas de la temporada más importantes para mí", advierte Djokovic. El número uno fue campeón en 2010 en Belgrado e, insaciable, quiere una Ensaladera más. Hace dos años se marchó de Madrid entre lágrimas tras caer en cuartos cuando él y Troicki perdieron en un tie-break en el tercer set contra Rusia. Precisamente, su amigo Troicki debuta como capitán y está arropado por Dusan Lajovic (33º), Filip Krajinovic (42º), Miomir Kecmanovic (68º) y el doblista Nikola Cacic. Un equipo para dar mucha guerra que se estrena este viernes en Innsbruck (16:00) contra unos anfitriones sin Dominic Thiem (año en blanco) y a puerta cerrada por el repunte de la COVID. "Es una pena porque había una gran comunidad serbia en Austria y la energía que dan los fans es fundamental", se lamentó el campeón de 20 grandes. "Somos grandes amigos fuera de la pista, la química entre nosotros es inmejorable y estoy muy motivado", advierte Djokovic.
Serbia es favorita para dominar un grupo F en el que Alemania se presenta sin el número tres Zverev, peleado con el sistema. "Hay que cambiarlo como sea, yo quiero ganar la Davis de toda la vida y no la acordada por una persona ajena al tenis", dijo hace días. El liderato lo ejercerá Jan Lennard Struff.