1
2
3

BARCELONA OPEN BANC SABADELL

Nadal, rey eterno en Barcelona

El manacorí sumó su duodécimo Godó en una final memorable. Derrotó a Tsitsipas (6-4 6-7 7-5) en un partido que duró casi cuatro horas.

0

Pasarán los años, no muchos, y algún tenista se convertirá en el mejor en tierra batida. Quizás será Tsitsipas, que jugó una magnífica final ante un rival eterno, pero todavía no ha llegado la hora de destronar a Rafa Nadal. No en tierra y no en el Barcelona Open Banc Sabadell. No en su casa y no ante su gente: el manacorí se deshizo de Tsitsipas en un partido maratoniano, de casi cuatro horas, conquistando su duodécimo Godó y recuperando el número dos del mundo. El partido, de un nivel altísimo, es de las mejores finales que se recuerdan en Barcelona.

Ante un tenista de la calidad de Tsitsipas y en el momento de forma que se encuentra el griego, cualquier regalo en la pista era un suicidio. Lo sabía Nadal, lo advirtió en la previa, y arrancó con un juego en blanco mostrando su superioridad en el saque. Tsitsipas sufrió para ganar el segundo, con saque a favor, pero se le vio especialmente cómodo en los puntos largos. Y fue en el tercero, cuando Nadal empezó a encadenar errores, que el griego cogió ventaja. Dos juegos en blanco, el primero de break, para el 3-1 a favor de Tsitsipas.

Y pudo ser peor, pues el tenista griego tuvo dos bolas para ponerse 4-1. Intercambió cómodamente con Nadal y fue agresivo en busca de golpes ganadores. Algunas imprecisiones le impidieron llevarse el juego, también el potente drive de Nadal, ante un Tsitsipas que no tenía planeado especular. De menos a más, en el torneo y en el partido, Nadal encadenó buenos golpes, resistió en los momentos clave e igualó el partido con un break (4-4). Fue la segunda vez, en todo el Godó, que Tsitsipas perdía un juego con su servicio. También perdió el siguiente. 6-4 y manga para Nadal.

Stefanos Tsitsipas.

Un final abocado a la épica

El segundo set arrancó igual que en el primero, con ventaja para Tsitsipas tras romper el saque de Nadal en el tercer juego. El griego fue más agresivo que en la primera manga, subiendo más a la red y buscando siempre golpes ganadores. Un tenis atractivo, también el de Nadal, sólido mental y físicamente, que recuperó rápidamente la ventaja (4-3).

Un segundo break de Nadal hubiese supuesto prácticamente el partido, pero Tsitsipas despejó rápido la duda con un juego en blanco. Nadal ganó con su saque (5-4) y restó para llevarse el encuentro: El griego, que salvó dos pelotas de partido, se le vio mucho más incómodo que en los partidos anteriores. Y el motivo era obvio: su rival era Rafa Nadal. Pese a ello Tsitsipas dominó con su servicio y forzó el tie break. El desempate estuvo muy igualado, con ventaja primero para Nadal y luego para Tstitsipas, que tuvo dos pelotas de set. La tercera no la perdonó (7-6).

El set definitivo fue igualado, con ambos tenistas tomando pocos riesgos dificultando así un posible break. Ninguna opción en los cuatro primeros juegos (2-2), tampoco en el quinto, en un partido que cada vez era más tenso. Nadal recuperó la confianza, espoleado por el público, dispuesto a no ceder ni un centímetro ante su rival. Insistió en buscar el revés de Tsitsipas y siguió controlando su servicio. Pero su rival hizo lo propio. Con 5-4 Tsitsipas tuvo una bola de partido (Nadal tuvo dos en el segundo set) pero Rafa la salvó. Y tras el deuce, otra vez la igualada (5-5).

Fue entonces cuando, en el momento clave, pesó la experiencia de Nadal. Con el temple necesario para elegir bien los golpes, rompió el servicio de Tsitsipas y sacó para ganar su duodécimo Godó. No fue fácil, el griego peleó durante todo el juego e incluso tuvo una pelota de break para empatar el partido, pero a Nadal no se le escapó la victoria cerrando una de las mejores finales que se recuerdan en el Godó.