Medvedev: del 0-3 de 2019 al 3-0 de 2020 en las ATP Finals
Medvedev jugó sin presión ante Schwartzman y también gano, por lo que pasa invicto a las semfinales a la espera de medirse este sábado con Nadal.
Daniil Medvedev no se tomó a chirigota su partido contra Diego Schwartzman, intrascendente desde el punto de vista clasificatorio porque el ruso ya estaba en las semifinales de la ATP Finals como primero de grupo y el argentino, eliminado antes de jugar. Salió a pasárselo bien en entrenarse para su duelo de este sábado (21:00, #Vamos) contra Rafa Nadal, que será mucho más duro mentalmente, y también ganó: doble 6-3 en 73 minutos.
De esta manera, el moscovita pasa del fracaso de su debut en el torneo el año pasado, cuando se fue de vacío de Londres (0-3) a meterse en los cruces como invicto (3-0). La diferencia es que en 2019 llegaba fundido después de un sprint entre Washington y Shanghái en el que ganó tres títulos y jugó otras tres finales, entre ellas la famosa del US Open en la que puso contra las cuerdas a Nadal. El Peque, que solo ha podido ganarle un set a Medvedev en cinco partidos, se va con un 0 en su casillero y sin puntos, pero su espejo debe ser su rival de este viernes si quiere volver al Masters y hacer un gran papel. No le será fácil, no obstante.
El partido fue entretenido porque los dos jugaron sueltos y con facilidad. En esa suerte de encuentro tenía todas las de ganar Medvedev por la pasmosa sencillez con la que se mueve, su temple y la potencia con la que acelera los golpes cuando le conviene. Además de la ventaja que le dan sus 198 centímetros de estatura ante un jugador como Schwartzman, que no llega a los 170. No le faltó actitud, pero sí determinación porque 'sólo' estaban en juego 200 puntos para el ranking y 153.000 euros (que se lo digan a Rublev). En el primer set, a Daniil le bastó con hacer un quiebre en el tercer juego (había tenido tres puntos de break en el primero), asegurar sus servicios, y culminar con otra rotura tras un par de restazos a saques abiertos. En el segundo, rompió para el 3-1 y fue luego fue una apisonadora. Fácilmente.