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TENIS | COPA DAVIS

Feliciano rememora la última Davis: "Fue algo excepcional"

El toledano se refiere a la actuación de Roberto Bautista, que jugó la final al poco de fallecer su padre. "Fue muy bonito", afirma.

Feliciano rememora la última Davis: "Fue algo excepcional"
PASCAL GUYOTAFP

Hace un año por estas fechas, el equipo español de Copa Davis iniciaba la conquista de la que sería su sexta Ensaladera. Uno de sus jugadores, Feliciano López, explica en una entrevista con EFE que la actuación de Roberto Bautista, que disputó la final contra Canadá casi un día después de enterrar a su padre, fue el momento más especial de la semana, un "hecho excepcional".

"Fue muy bonito ver a Roberto de nuevo después de haber pasado un momento muy difícil en su vida. Regresar, competir y ganar, y dar el punto a España. Fue muy emotivo verle así. Quizás ese fue el momento más especial de la semana", dice Feliciano al recordarlo.

En la conversación, el zurdo toledano desgrana cómo se vivió aquel traumático incidente para Bautista. "Sin duda esto es un hecho absolutamente excepcional", reitera. "Que un jugador que pasó un momento como ese, como es la muerte de un padre, y que al día siguiente vuelva y juegue uno de los partidos más importantes de su vida y de su carrera deportiva, como es una final de la Copa Davis. Ese hecho marca la historia de esta Copa Davis", zanja Feliciano sin dudarlo.

López, con 39 años y ya con cinco Copas Davis a sus espaldas, recuerda que jugar en Madrid aquella primera edición de las Finales fue algo sin precedentes.

"Había muchos motivos por los que me hacía ilusión seguir jugando. Uno era demostrar que todavía seguía siendo competitivo y me sentía físicamente a punto para hacerlo contra los mejores del mundo. Hacerlo además en España me daba la sensación de que podíamos lograr algo grande, y efectivamente fue un momento mágico. Uno juega al tenis para vivir momentos así. Hay que darse cuenta de que tengo 39 años y que jugaba en esa pista tan especial para mi", comenta.

"Me hacía mucha ilusión poder jugar en Madrid, en mi casa. Tuve la suerte de que el año me había ido bien, y Bruguera (el capitán) confió en mí", relata Feliciano, que desde el principio de la competición había asumido que su papel iba a ser el de doblista.

"Al principio no sabía si iba a jugar algún individual, y estaba siempre listo para el doble, bien con Rafa o con otro. En el caso del doble teníamos muchas posibilidades de combinar con uno u otro. Teníamos la opción de que jugase Rafa con Marcel (Granollers), o yo con Marcel, incluso Rafa y yo. Se decidía todo después del partido de Rafa" cuenta "Feli".

"Sergi manejó muy bien todo eso, y Marcel y yo calentábamos antes como si fuéramos a jugar pero luego se decidía todo. El doble contra Rusia fue muy importante, porque empezar perdiendo hubiera sido duro. Y personalmente a mí me ayudó mucho ganar ese partido", señala.

Feliciano no podrá olvidar el día del duelo contra Gran Bretaña, cuando el capitán, ante la baja de Pablo Carreño y sin poder contar con Bautista, le dijo la noche antes que tenía que jugar el primer individual contra Kyle Edmund.

"En realidad el 'marrón' fue el hecho de jugar ese individual. El día anterior ya visualicé que tenía que jugar el doble decisivo. Tenía claro que Rafa y Roberto jugarían los individuales pero sabía que con la experiencia de otras eliminatorias, a veces se cambian las cosas y se pueden tomar decisiones en el último momento", dice.

"No me quedé muy contento (perdió contra Edmund), a pesar de que tuve bola de set. Y luego, al jugar el doble con Rafa no quería ser el culpable de que España hubiera perdido contra Gran Bretaña, porque desgraciadamente cuando un jugador pierde dos de los puntos de una eliminatoria, sobre él siempre recae toda la culpa", admite.

A "Feli" se le ponen los pelos de punta cuando recuerda cómo el apoyo del público les llevó en volandas en la Caja Mágica en aquellos "mágicos días" con final de jornada en plena madrugada.

"La respuesta del público con nosotros fue brutal desde el primer día. A la gente de Madrid le gusta mucho la Copa Davis, y se involucra mucho con el equipo y el ambiente fue brutal. También al jugar en "indoor" la presión que se genera es mayor.

"Se quedaban hasta muy tarde, casi de madrugada y haciéndolo muchos días, aguantando y teniendo que ir a trabajar al día siguiente", dice.

Fue la primera puesta en escena del nuevo formato y Feliciano cree que todo se puede mejorar. "El tema de acabar tan tarde, sobre todo para los equipos que van ganando es un problema, como fue nuestro caso. Significaba acostarse muy tarde y tener luego poco tiempo de recuperación al día siguiente", comenta.

"Pero a mí me gustó mucho y fui de las personas que apoyó y creyó en este formato. Obviamente se pueden mejorar las cosas pero como todo lo que es nuevo. Nada nuevo es perfecto, tuvo un éxito brutal y estoy seguro que Kosmos y toda la gente de la organización está pensando en cosas que se pueden mejorar, y ojalá que se juegue durante muchos años", sentencia.

La pandemia ha afectado al circuito y ha obligado a que los dos torneos más importantes que se disputan en España, las Finales de la Copa Davis y el Mutua Madrid Open, tuvieran que cancelarse.

Feliciano cree que ha sido un año en el que la planificación ha sido imposible debido al virus.

"Planificas una cosa hoy y a la semana siguiente el rumbo del mundo cambia debido al coronavirus. Hemos ido adaptándonos a la situación. Como director del torneo (Madrid) hemos sido muy realistas y hemos creído que cuando lo cancelamos, en plena pandemia, era imposible disputarlo".

"Luego surgió la posibilidad de disputarlo en septiembre después del US Open y creímos que era lo mejor en ese momento, y salvar así el calendario y hacer una 'minigira' de tierra antes de Roland Garros. Pero después del verano las cosas comenzaron a empeorar en toda España y tuvimos que tomar la decisión de cancelarlo de nuevo, porque no teníamos ninguna razón para asumir los riesgos que había que asumir en cuanto a contagios. Al final creímos que lo mejor era cancelarlo", añade.

"Después el tiempo nos dio la razón. En general el mundo del tenis está viviendo una situación muy complicada, y esto no se ha acabado. El verdadero reto que tenemos es el 2021, y en ese año el tenis va a empezar igual de mal que ha estado en el 2020. No hay un solo atisbo de que las cosas en enero, febrero o marzo vayan a estar mejor de lo que están ahora", prosigue.

"La ATP ha hecho un gran trabajo, dando soluciones a los problemas que la pandemia produce en el mundo del tenis. Y con un problema añadido, que dependemos de los gobiernos de cada país y eso dificulta muchísimo el poder tener un calendario lógico y acorde a las necesidades de los jugadores. Hay que esperar y estar unidos y que pase esta pandemia y podamos volver a la normalidad", zanja.

Esperando su primer hijo, Feliciano no sabe aún si podrá competir el próximo enero en el Abierto de Australia, donde podría alargar su récord personal de 72 grandes disputados de forma consecutiva.