A finales del pasado año, Kim Clijsters sorprendió al mundo del tenis anunciando su vuelta a las pistas después de que se retirara por segunda vez en 2012. La belga, que llegó a ser número uno del mundo en 2003, se retiró anteriormente para formar una familia. Lo hizo en 2007, y en 2009 volvió cosechando nuevamente grandes resultados. En su palmarés destacan tres victorias en el Abierto de Estados Unidos (2005, 2009 y 2010), una en el Abierto de Australia (2011) y dos finales de Ronald Garros (2001 y 2003), además de haber alcanzado el número uno del ránking de la WTA en agosto de 2003. En junio cumplirá 37 años.

Su regreso se produjo en febrero en Dubái, a través de una invitación, y lo hizo precisamente ante Garbiñe Muguruza. La belga cayó en treitandosavos pese a dar la cara ante Garbiñe (6-2 y 7-6 (6)), pero todavía lejos de alcanzar su mejor estado físico. Posteriormente, en marzo, volvió a disputar la misma ronda en el Abierto de Monterrey, siendo apeada por la británica Johanna Konta (6-3 y 7-5). Desde entonces, y tras el parón, no ha vuelto a jugar en competición, pero mantiene intactas sus ilusiones para seguir compitiendo ocho años después de dejarlo.

"Espero que podamos jugar esta temporada. Pero incluso si no lo hacemos, tengo la intención de seguir adelante. Estoy motivada", dijo a los medios belgas. Actualmente, Clijsters no tiene ranking, por lo que tendrá que recibir invitaciones para poder disputar torneos. Se encontraba en Estados Unidos para disputar el de Indian Wells, cancelado horas antes de comenzar. Ahora, tiene claro donde quiere participar: "Si finalmente se celebra el US Open, me gustaría estar".