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MASTERS 1.000 ROMA

Kyrgios tira una silla a la pista y le descalifican

El australiano estaba disputando su partido de segunda ronda ante el noruego Casper Ruud. Sufrió un break y, enfadado, la emprendió con todo.

Kyrgios tira una silla a la pista y le descalifican

La semana de Nick Kyrgios en el Masters 1.000 de Roma no se olvidará fácilmente, y no precisamente por lo deportivo. El australiano perdió los papeles en su partido de segunda ronda ante el noruego Casper Ruud. El partido iba 3-6, 7-6 y 1-0 para el australiano cuando este lanzó una derecha fuera que significó un break para el canadiense.

Entonces, comenzó a discutir con el juez de silla, quien decretó un 'penalty game' que significaba el 2-1. Inmediatamente, estrelló la raqueta, la emprendió a patadas con una botella de agua y, cuando parecía calmarse tras haberse enfrentado también al supervisor, cogió una silla de su banquillo y la lanzó al centro de la pista. Se colgó su raquetero, saludó a su rival y se fue. El juez lo descalificó.

Ya en el partido de primera ronda, el australiano (24 años y 36º del mundo) montó un show ante Medvedev, al que faltó al respeto. En un punto, llegó a darse la vuelta y ofrecer su trasero al resto del ruso. Sin embargo, terminó ganando el partido. Después de eso, se despachó con saña sobre varios sus rivales en una entrevista radiofónica. Sobre Djokovic dijo que tiene "una enfermiza obsesión con ser querido; quiere gustar tanto que no puedo soportarlo", mientras que a Fernando Verdasco le calificó como "la persona más arrogante de la historia”.

La sanción de la ATP apunta a ejemplar. En octubre de 2016, tras dejarse ganar puntos por Mischa Zverev en el Masters 1.000 de Shanghái, le castigó con ocho semanas y le invitó a ponerse en manos de un psicólogo. Algo que hizo, pero sin muchos resultados. Al año siguiente, se largó del mismo torneo sin acabar un partido (21.000 dólares de multa) y en 2018 simuló masturbarse con una botella en Queens frente a Djokovic (15.000). La reiteración, y la escalada lamentable de Roma, pueden haber colmado el vaso.