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BARCELONA OPEN BANC SABADELL

Schwartzman estalla: "El orden de juego es una vergüenza"

El argentino, pese a que su equipo le apuntó al torneo a última hora por un descuido, cargó contra la organización: "No hay motivo para que juegue mañana".

Actualizado a
Schwartzman criticó a la organización del Conde de Godó.
YANN COATSALIOUAFP

Diego Schwartzman debutó en primera ronda del Barcelona Open Banc Sabadell con un solvente triunfo, tras remontar un set de desventaja ante Nishioka para sellar su billete a la segunda ronda. Pero más allá de alegrarse, el argentino estalló en rueda de prensa cargando contra la organización del torneo, ya que este martes también volverá a la pista sin apenas tiempo para el descanso.

"No hay ningún motivo para que juegue de nuevo mañana. Mi equipo siempre me anota en los torneos, confío 100% en ellos y nunca lo suelo mirar, pero esta vez se olvidaron, es un error que puede pasar. Tuve la mala suerte de que muchos top-10 perdieron rápido en Montecarlo y todos querían jugar esta semana, por eso recibieron los WC. Tuve que firmar la Qualy hace tres semanas y, por suerte, la pude pasar", resumió Schwartzman en rueda de prensa.

Pese a que su situación actual sea fruto de una mala gestión por parte de su cuerpo técnico, el argentino siguió cargando duramente contra la organización del torneo: "El orden de juego es una vergüenza, de hecho tuve una discusión fuerte por ello con la organización, pero la ATP no sabe qué decirme, solo pedirme disculpas. El torneo tampoco tiene la culpa, aunque son ellos los que arman la programación, pero yo vengo jugando desde el lunes sin parar, así que con las disculpas no me alcanza. Nosotros cuando cometemos errores dentro de la cancha, las multas son muy altas. Estoy enojado con los tour manager y lo voy a hacer público, este año ya me pasó más veces".

Pese a las duras críticas, la situación de Diego no tiene vuelta a atrás: mañana deberá enfrentarse a Dominic Thiem, uno de los mejores especialistas en tierra batida y candidato firme a ganar el torneo: "Yo me equivoqué, tuve que jugar la Qualy, vale, no pasa nada. Pero mañana no hay ni un solo motivo por el que yo tenga que jugar. No hay ninguna razón, pero lo hacen y luego me piden perdón. ¿Qué hago con las disculpas? Nada. En vez de hacer algo para que yo tenga un descanso y que el partido sea en igualdad de condiciones, pasará a ser lo que va a ser mañana. Que igual estoy bien, no es que esté destrozado. El tema es, ¿por qué juego mañana? No saben lo que decirme". Seguro que de Barcelona, el 'peque' saldrá con la lección aprendida...