Roger Federer sale casi a récord por día. El suizo ha alcanzado este viernes otra marca notable: su partido 100 en el Abierto de Australia (97-13). Y lo ha hecho con un triunfo incontestable ante Taylor Fritz, un chico 16 años menor que él (37-21): 6-2, 7-5 y 6-2 en 1h:28 en el tercer duelo más corto de lo que va de torneo, tras el Berdych-Haase (1h:19) y el Monfils-Dzumhur (1h:25).

El helvético no quería que le ocurriera lo mismo que ante Daniel Evans, cuando tuvo que ganar los dos primeros sets en sendos desempates, y salió a morder desde el inicio. Tanto fue así que a los 15 minutos ya ganaba por 5-1 y resolvió el primer parcial en 20. Con un balance muy fino de 34 golpes ganadores y 14 errores no forzados, desarbolo a base de clase a Fritz, que no jugó especialmente mal, simplemente estaba enfrente de un grande y no pudo hacerle daño, salvo en algunos momentos de la segunda manga cuando mantuvo el tipo.

Federer se aplicó como acostumbra en la red (15/18) e hizo lo justo para no sudar demasiado y pasar poco tiempo en pista. "Sabía que la amenaza de Fritz podía venir en el inicio, por eso empecé fuerte", dijo al final, antes de hacer una reflexión curiosa sobre los jóvenes y su próximo rival, el griego de 20 años Stefanos Tsitsipas: "En el tenis de ahora no hay muchas voleas y a él le gusta subir a la red, así que va a set un partido interesante". Será este domingo en octavos.

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