Rafa Nadal juega este miércoles (sobre las 11:00, hora española, Eurosport) en la segunda ronda del Abierto de Australia contra Matthew Ebden, otro jugador local como James Duckworth, a quien ganó con cierta facilidad el pasado lunes. A diferencia de su primer rival en el torneo, a quien nunca se había enfrentado, sí conoce a su nuevo oponente. Se midió con él, sobre la hierba de Queen's en 2011, y le ganó fácil, por un doble 6-4. Hace muchos años que no coincidía con el número 48 del mundo, de 31 años.

Nadal parece feliz en Melbourne, en una ciudad y un campeonato que le gustan tanto a él como a su familia. Este martes se entrenó en buen ambiente, a cubierto y al lado de un tenista con el que se lleva bien, Grigor Dimitrov, visitante habitual de su Academia de Manacor. El balear trabajó con su amigo Marc López, que jugará el torneo de dobles con Feliciano, y Carlos Moyá. En la pista contigua, el búlgaro se preparaba con la ayuda del legendario Andre Agassi, que se ha incorporado al grupo técnico que comanda el venezolano Daniel Vallverdú, admirador confeso de Nadal. En un momento de sus sesiones, una bola se quedó en tierra de nadie, Dimitrov la devolvió y Nadal, como suele hacer, la recogió haciendo malabarismos con los pies, solo que esta vez ambos comenzaron a darle toques, a modo de fútbol-tenis, para deleite del público que seguía los entrenamientos.

Buen rollo y buenas sensaciones, sin dolor, con nuevo saque aunque Nadal no quiera hacer un suceso de ello. Así llega el número dos del ranking a su duelo con Ebden. Si le gana podría esperarle otro aussie al que conoce, el joven de origen español Alex de Miñaur. Pero eso ya será otra historia.

Rafael Nadal

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