Rafa Nadal arranca el curso este viernes en el Mubadala World Tennis Championship, el pomposo nombre que recibe la exhibición de Abu Dabi, que ha ganado ya en cuatro ocasiones y en la que se podría ver con Novak Djokovic en la final del sábado. Jugará frente a Kevin Anderson (6º y 2,03 de altura), que derrotó ayer a Hyeon Chung por 6-7 (4), 6-2 y 6-1.

Vuelve Nadal tras un curso en el que sólo pudo jugar nueve torneos (el número más bajo de toda su carrera), pero de los que ganó cinco y en dos se retiró, entre ellos el último del año, en las semifinales del US Open el 7 de septiembre. El psoas ilíaco, las rodillas, molestias abdominales y una artroscopia en su tobillo derecho condicionaron su curso. Para 2019, ha optado por programar un calendario de mínimos (16 torneos, a los que se sumaría el Masters y la Davis) y ceñido a Masters 1.000 y Grand Slams a excepción de Brisbane y Acapulco (donde faltó este año) y ‘su’ Godó.

“Jugó nueve torneos, en dos abandonó y en dos perdió. El balance es difícil que sea mejor. El único debe en su cuenta son las lesiones, que le perjudicaron claramente”, analiza Moyá, que viajará directamente al Abierto de Australia.

¿Qué se puede hacer para preservar su físico con 32 años? “Todo el equipo está concienciado de que queremos un Rafa agresivo. Sabemos que nunca va ser Federer, Raonic o Isner, pero el último año y medio ha sido muy agresivo dentro de sus circunstancias. Sólo en el pasado US Open la perdió un poco. Pero es algo que debe sentir él. En Nueva York fue salvando partidos por su casta de campeón, pero eso le llevó a un desgaste físico que no pudo asumir”, contesta su técnico. “El objetivo es jugar sin dolor, con molestias asumibles”.

“Quiero llegar al cien por cien a Melbourne, ahora no lo estoy, y para eso es importante jugar partidos”, contó Nadal al pisar Abu Dabi. “Tras las lesiones y el parón, es normal tener sensaciones raras y dolores por todo el cuerpo. Pero tengo experiencia en situaciones así. Trato de ser positivo. Tengo que cuidar mi cuerpo y voy a tener que ir paso a paso, sin ponerme objetivos severos”, apuntó. El curso arranca en una cita de nivel.

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