Amelia Mauresmo estaba conminada a ser la sucesora de Yannick Noah al frente del equipo francés de Copa Davis, pero la extenista finalmente ha renunciado al puesto para entrenar a su compatriota Lucas Pouille. Esta semana Mauresmo, que como tenista ganó 25 títulos, entre ellos el Open de Australia y Wimbledon en 2006, concedió una entrevista al diario L'Equipe en la que habló de su decisión. 

"Esperé al final de la Copa Davis para hacer un balance, ya que el nuevo formato de competición es totalmente diferente y las cosas quieras o no cambian. El lunes después de la final de la Davis ante Croacia, Pouille me llamó y me preguntó si podría compaginar el papel de capitana de la Davis con la de su coach. Primero quise hablar con el resto de jugadores franceses y todos me dieron el visto bueno, pero llegué a la conclusión de que no era bueno compaginar ambas cosas, ya que las tensiones inevitablemente sucederían. Tenía que tomar una decisión complicada y finalmente decidí por Pouille, ya que su discurso me gustó y siempre me guío por esos sentimientos", explica Mauresmo en la entrevista.

Después, Mauresmo afirma que no trabajará con Pouille todo el año, sino 30 semanas, lo mismo que ya hiciera con Andy Murray hace tiempo: "No me gusta trabajar a largo plazo. Lucas me pidió una temporada completa, es decir entre 40 y 45 semanas, pero le dije que 30 semanas mejor. Hice lo mismo que con Andy Murray hace años. No creo en el truco del milagro de que te contratan para entrenar en un Grand Slam y marcas la diferencia. Nos organizaremos para encontrar a alguien más para completar el staff en el futuro".

Por último, lamentó haber aceptado el puesto de capitana de Francia antes de saber si el formato cambiaría definitivamente: "Claro que cometí un grave error. Al igual que la Federación, pero es algo que ya ha pasado. Es cierto que debería haber esperado un poco más hasta que se tomase una decisión acerca del formato de competición que tendría la Davis",