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TENIS | MASTERS 1.000 DE PARÍS

Djokovic doblega a Federer y le elimina de la lucha por el uno

Djokovic ganó en un partidazo a un gran Federer e irá en la final contra Khachanov a por su 33º título de Masters. El suizo ya no podrá pelear por el trono.

Djokovic doblega a Federer y le elimina de la lucha por el uno
GONZALO FUENTESREUTERS

Un Federer-Djokovic es uno de los mejores espectáculos que se pueden ver no solo en el tenis, sino en cualquier deporte. Y el que han brindado este sábado los dos astros en París-Bercy ha sido sensacional. Ha ganado el serbio (7-6 (6), 5-7 y 7-6 (3) en tres horas y seis minutos), pero perfectamente podría haberlo hecho el suizo, que ofreció su mejor imagen en bastante tiempo. Increíblemente fresco, salvó hasta 12 bolas de quiebre ante el mejor restador de todos los tiempos y cedió en un último desempate desafortunado donde sus fallos le lastraron.

Djokovic tendrá la oportunidad de sumar su 33º título de Masters 1.000 y empatar con Rafa Nadal en lo más alto de la lista histórica. Para ello tendrá que vencer este domingo (15:00, #Vamos) en la final a Karen Khachanov. Su triunfo en el 47º enfrentamiento particular elimina a Federer de la lucha por terminar 2018 como número uno. Será un mano a mano en las ATP Finals de Londres entre el balcánico y Nadal, si es que el balear, que renunció a jugar en la capital francesa por unas molestias abdominales, acude a la cita.

Djokovic buscó una y otra vez el revés de Federer, habitualmente maravilloso, aunque su insistencia tuvo premio, porque el de Basilea cometió 27 de sus 52 errores con ese golpe. Por ahí se le fue un partido valiente en el que casi dobló al de Belgrado en golpes ganadores (54, 19 de ellos de saque directo). Roger quizá necesitaba acortar un poco los puntos y no lo consiguió. En los intercambios largos salió perdiendo, pero se defendió con bravura y el saque le permitió no perderle nunca la cara al duelo.

Tras perder el primer set en el desempate, evitó que hubiera otro en la segunda manga con su único break. En el tercer parcial aguantó de forma agónica cuando con 4-4 en el marcador salvó un 15-40 desquiciando a Djokovic, que tiró la raqueta hacia atrás en un mal gesto que fue afeado por el respetable. Enfadado, aumentó su peligro y en el tie-break definitivo puso mucha tierra de por medio: 6-1 y cinco bolas de partido. A la tercera cerró uno de esos triunfos que le sirve para confirmar que ya es el de siempre, la bestia que engulle a todo aquel que se le pone por delante. A ver quién le para ahora.