Vuelve el rodillo de Nadal: paliza a Pella y a por Gasquet

El debut en Roland Garros se le enredó a Rafa Nadal entre la agresividad que no esperaba por parte de Simone Bolelli y la lluvia que interrumpió un partido que empezó el lunes y terminó el martes. En la segunda ronda, con cambio de pista a la remozada Suzanne Lenglen, sol y calorcito, volvió el rodillo del español. Lo pasó sin piedad sobre Guido Pella, que empezó bien, pero terminó abrumado por el juego del diez veces campeón en París. Los cambios de dirección, rapidísimos, y los reveses cruzados que trazaba con mucho ángulo, le permitieron acumular golpes ganadores (33) y minimizar los errores no forzados (23). Total: 6-2, 6-1 y 6-1 en poco más de dos horas. Una de las mayores palizas del balear en el torneo, la mayor en segunda ronda igualando el 6-2, 6-2 y 6-0 que le endosó a Denis Istomin en 2012.

Nadal se enfrentaba a un zurdo, como él, un tipo de jugador peligroso para cualquiera menos para el número uno del mundo, que atesora un balance contra zocatos de 27-3 en Grand Slams. El último que le ganó fue Gilles Muller en octavos de Wimbledon el año pasado. En el primer set le costó encontrar el hueco para romperle el servicio, pero cuando abrió la lata, en el sexto juego, descosió completamente a Pella, que a partir de ahí fue desbordado continuamente por el español.

En la segunda manga, el argentino se libró por los pelos de un rosco. Cabeceaba y hacía gestos de impotencia mirando a su equipo, sumido en una resignación que se acrecentó con un resto ganador y un golpe de drive tremendo en carrera de Nadal poco antes de cerrar el primer 6-1. Quedaba solo rematar y Rafa tenía prisa. Con tres breaks destrozó definitivamente a Pella, que en la previa se había puesto un poco bravucón ("Los grandes caen algún en momento", dijo) y ahora espera a un amigo y coetáneo, Richard Gasquet, en tercera ronda. Amigo fuera de la pista, porque dentro el francés le tendrá muchas ganas a un rival que le domina por 15-0 en los duelos particulares.