Bautista, tras su triunfo: "Como y duermo pensando en el tenis"
"Hablar de estrellas no toca; soy un jugador discreto, trabajador, y ojalá algún día pueda estar más arriba", dijo. Es el segundo mejor del año en pista sintética.
"No toca hablar de estrellas, soy un jugador discreto y trabajador"
El español Roberto Bautista, quien dio la sorpresa al ganar a Novak Djokovic y pasar a la final del Masters 1000 de Shanghái, dijo estar contento de haber triunfado en el que quizá es "el partido más importante" de su carrera, pero frenó la euforia y se definió como un jugador "discreto y trabajador".
"Hablar de estrellas hoy no toca, soy un buen jugador, discreto, trabajador, y ojalá algún día pueda estar más arriba", señaló el español tras vencer al número un mundial, que había ganado el torneo shanghainés en 2012, 2013 y 2015 y no perdía en la Perla de Oriente desde una semifinal contra el suizo Roger Federer en 2014.
Bautista admitió que todavía no puede asimilar lo que significa la victoria de hoy para él: "No me he parado aún a pensar, ayer estaba muy contento de haber ganado a (Jo-Wilfried) Tsonga y poder jugar unas semifinales y hoy estoy un poco más tranquilo", aseguró.
"Para mí el paso grande fue ayer, y hoy ha sido un premio ganarle a Novak, en un momento tan importante como unas semifinales de Masters 1000". La victoria da al de Castellón, con 28 años, la oportunidad de jugar la primera final de su vida en un torneo Masters 1000, el segundo nivel en la ATP tras los Grand Slam.
El jugador reconoció que la semifinal hoy con el serbio fue complicada hasta el último minuto: "Hasta el 5-4 igual él estaba haciendo más méritos que yo, estaba siendo más agresivo, tirando más, y yo iba un poco más a remolque", admitió.
Pero entonces llegó su reacción: "Creo que allí he analizado bien el partido, a partir de ahí me he dado cuenta de que tenía que mejorar si quería ganar y yo creo que he subido el nivel", comentó a los periodistas.
Bautista ya había dicho en la víspera del partido que era un buen momento para medirse con Djokovic, quien no parece atravesar su mejor situación física y mental, y un día antes había pasado apuros incluso para ganar al alemán Mischa Zverev, 110º del mundo.
"Veía a Djokovic un poco diferente, mas 'quejón', creía que era un buen momento para meterle mano", subrayó Bautista, quien en el cuadro de Shanghái, el principal torneo de Asia, partió como decimoquinto cabeza de serie.
Bautista está siendo una sensación en pistas sintéticas, una superficie que tradicionalmente no se le ha dado bien al tenis español, y de hecho es esta temporada el segundo jugador mundial con mejores números en estas canchas (37 victorias y 12 derrotas), sólo por detrás del mismo Djokovic.
"Me gusta jugar en todos los sitios, no tengo preferencia", señaló no obstante el jugador, quien también se definió como alguien muy "meticuloso" y que lo da todo por el deporte de la raqueta. "Incluso cuando estoy en casa, todo lo hago pensando en el tenis: como pensando en el tenis, descanso pensando en el tenis", confesó.
"Al fin y al cabo vivo por y para este deporte", añadió el castellonense. "Soy un jugador al que le gusta tenerlo todo controlado, soy muy profesional, me desvivo por lo que hago y ésa es una de las claves de mi éxito".
Bautista, decimonoveno en el ránking ATP y que ha ganado cuatro títulos en su carrera (dos de ellos en 2016, Auckland y Sofía) afrontará ahora la final. "Mañana, como todos los días en el tenis, todo empieza de cero, me voy a tener que atar las zapatillas, voy a tener que correr, que luchar, que ser valiente", vaticinó el tenista español.