NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MASTERS 1000 SHANGHAI

Bautista tumba al número uno Djokovic en Shanghai

El tenista español derrotó al serbio por un doble 6-4 y jugará el domingo su primera final de Masters 1.000 ante Murray, que batió a Simon.

Roberto Bautista celebra su triunfo sobre Djokovic.
Roberto Bautista celebra su triunfo sobre Djokovic.Getty Images
performAGENCIA_DESCONOCIDA

Murray vs Isner en vivo

Djokovic haciendo pedazos violentamente una raqueta, esparciendo por la pista esquirlas de duro grafeno al final del primer set. Djokovic destrozando su camiseta, rasgándola desquiciado como el increíble Hulk mediado el segundo. Y Roberto Bautista gritando al cielo, rodillas en tierra, soltando la tensión tras un passing que valía una final. Esas fueron las imágenes que dejó la semifinal de Shanghai, que se adjudicó el español por un doble 6-4 para jugar mañana domingo (10:30, Movistar Deportes 2) su primera final de Masters 1.000 ante Andy Murray, que batió a Gilles Simon por 6-4 y 6-3. Por primera vez, el castellonense tumbaba al número uno del mundo. Por primera vez, jugará por un gran título.

Bautista, que escalará desde el puesto 19º del mundo al top-15 el lunes, advirtió en la previa que se sentía fuerte para afrontar el gran reto. “Puede ser un buen momento para jugar contra él”, avanzó. Sabía que en el tenis del caníbal habían aparecido grietas que no se adivinaban hasta mitad de año. El serbio, campeón este año en dos Grand Slams y cuatro Masters 1.000, parece y es más vulnerable. Con fantasmas rondando su mente desde que perdiera en primera ronda en los Juegos de Río y la final de un extraño US Open frente a Stan Wawrinka.

Sin Nadal ni Ferrer, eliminados en primera ronda, Bautista parece haber alcanzado su madurez en Shanghai a los 28 años, en una temporada en la que ya ha ganado en Auckland y Sofía y es el segundo jugador con más victorias en pista rápida este año (37-12) tras Djokovic.

En la primera manga, Bautista aprovechó ya una bola de set al resto con 5-4. En el segundo, desperdició dos roturas y se vio obligado a superar el calvario de disponer de tres bolas de partido con su saque que por los nervios no supo concretar. El sudor frío parecía recorrerle el rostro ante la posibilidad de derribar al tótem. Falló por sus errores y porque el de Belgrado sacó su magia en algunos puntos. Pero olvidó pronto las oportunidades perdidas. Consiguió otra bola de rotura y partido y con un passing abrochó su gran día.

Mañana, pisará la final de un Masters 1.000 ante Murray, a quien tampoco ha ganado nunca (0-2) y que viene de encadenar el título de Pekín, nueve victorias y 18 sets seguidos. Pero siempre hay una primera vez...