Conchita: “Este grupo tiene aún una Copa Davis en sus manos”

Nadal vs Radamathan en directo

—Ha conseguido llevar a la India al, quizá, mejor equipo posible. ¿Vuelven a estar comprometidos los jugadores?

—Es un equipazo. Estoy muy contenta por su disponibilidad y su compromiso. El objetivo es subir al Grupo Mundial.

—Con el descenso en Sao Paulo y el ‘impasse’ en la capitanía de Gala León, el equipo se descompuso. ¿Ha sido muy duro volver a la normalidad?

—Sí, sobre todo por el poco tiempo con el que entré para la eliminatoria en Rusia, que al final no cayó de nuestra parte. Pero ya dije que nos levantaríamos más fuertes. A Dinamarca ya fue un equipo sólido y comprometido (se volvieron a juntar Nadal y Ferrer en septiembre de 2015, algo que no ocurría desde la final de 2011) y este año no ha sido diferente. Estos jugadores mantienen su palabra.

—¿Era también una cuestión de gestión? ¿De que hubiera un grupo amplio y bien avenido que pudiera ir rotando en función de la eliminatoria y del rival?

—Cuando el grupo es mayor y está unido se pueden sacar adelante las cosas más fácilmente. Depende de las eliminatorias, sí que puedes escoger y no cargar tanto a los mismos. Para eso somos uno de los países con más tenistas en el top-100. Tienen la ilusión de subir y, por qué no, ganarlo todo el año próximo.

—Después de la final de Sevilla en 2011, Nadal, Ferrer, Feliciano y Verdasco anunciaron un “fin de fiesta”. Sin embargo, han vuelto…

—Jugar por tu país siempre es muy especial. Lo hemos visto también recientemente en los Juegos de Río. Necesitaban un descanso, pero cuando se ha tocado fondo al caer en segunda se han comprometido con la causa de subir. Este grupo de jugadores tiene todavía una Davis en sus manos. Se puede. Es un grupo amplio y espero que con el regreso a la élite podamos levantar otra vez la Ensaladera.

—¿Cómo vivió los Juegos?

—Fue muy emocionante. Nadal llegó justísimo y se decidió a jugar el individual en el último momento. Yo creía mucho en sus posibilidades y se quedó a las puertas de la medalla en individuales, que le hubiera hecho aún más dulce el regreso tras la lesión. Pero cuando Marc y él ganaron la semifinal me emocioné un montón. Se lo merecían por todo el esfuerzo.

—¿Le ha venido bien el oro de Río a Nadal?

—¡Por supuesto! A Cincinnati llegó muy cansado y en el US Open se le escapó el partido por poco. De Río a Nueva York ya se ha visto mejoría. Está pegando derechas paralelas con más confianza, pero todavía tiene molestias en la muñeca.

—¿Podrá ganar otro Grand Slam?

—Por supuesto. Es un trabajador y tiene ilusión. Ya quisimos enterrar a otros como Pete Sampras y ganó el US Open. O a Roger Federer, que se ha levantado.

—¿Y David Ferrer? ¿Está siendo mentalmente duro para él no verse en rondas finales?

—Es un año complicado. Pero está en esa línea en la que la moneda puede caer del otro lado. Le hacen falta dos o tres resultados que le den confianza para despegar. No está pasando por su mejor momento, está en un proceso de readaptación.

—Y no estando en su mejor momento, ¿cómo le convence para ir a la India?

—Estuvo abierto. Esperé a hablar con él en el US Open y me sorprendió gratamente. Yo también tenía mis dudas. Pero ir acompañado de Nadal, Feliciano, Marc… le hace ilusión. Quiere ayudar a subir al Grupo Mundial.

—¿Qué le preocupa más en la India?

—La comida. No por su cocina en sí, ya que el doctor Ángel Ruiz Cotorro nos elabora siempre un menú con poco riesgo. Pero he hablado con mucha gente que ha enfermado por alguna intoxicación, y eso sí puede ser un problema.

—¿Hay relevo para los cracks­ de la última década?

—Hay que seguir trabajando. Es muy relativo. Tenemos a Roberto Bautista, Albert Ramos, Pablo Carreño… y por detrás llega Jaume Antoni Munar, que se esperaba que explotara antes pero me consta que está trabajando bien.

—Usted acaba contrato en diciembre. ¿Quiere seguir?

—Sí, sí... Estoy disponible y con muchas ganas. Ojalá podamos hablar después de ganar en la India. Si llegamos al Grupo Mundial, y después también de haber logrado el ascenso en Copa Federación, 2017 podría ser un año muy bonito. Estoy encantada. Yo también estoy comprometida. Cuando se ve ilusión por las dos partes es fácil.