Muguruza, en cuartos en Roma, ante Timea Bacsinszky
La hispanovenezolana derrotó a Ostapenko en dos sets por 6-1 y 6-4 en 78 minutos y se medirá en cuartos con Timea Bacsinszky.
Con la raqueta humeante, Garbiñe Muguruza ya pisa por primera vez los cuartos de final en el 'Premier 5' del Foro Itálico en Roma, tras sacar del torneo a la letona Jelena Ostapenko (número 39 del mundo) en solo 78 minutos: 6-1, 6-4. En un torneo ya sin Kerber, Azarenka, Kvitova ni Halep, Garbiñe aguarda en esos cuartos a Timea Bacsinszky, que venció a Carla Suárez por 5-7, 7-5 y 6-2.
En sus dos partidos del Foro Itálico en 2016, (Makarova, Ostapenko), Muguruza ha cedido un total de seis juegos. Ante Ostapenko, y en el repleto Stadio Nicola Pietrangeli, Garbiñe cedió en la cuenta de tiros ganadores /11-17), pero se quedó en 23 errores no forzados, por 27 de la letona.
A 19 grados en el Foro de los mármoles, entre nubes y claros, Muguruza apisonó por 6-1 en el primer set a una Ostapenko que solo ganaba... 1/7 puntos con primeros servicios. Entretanto, Muguruza ponía en pista el 76% de primeros saques, con los que ganaba el 75% de puntos. Elena Yakovleva, madre y entrenadora de Ostapenko, intentaba reconducir como podía el rumbo de su hija/pupila.
En el set final, Muguruza se encasquilló con tres dobles faltas en serie (total, cuatro), justo después de desenfundar su segundo saque directo, a 176 km/h. Ello permitió que Ostapenko demarrara con un inopinado 1-4 favorable. Intervino Sam Sumyk, el técnico francés de Muguruza, para recomendar a Garbiñe: "Mantén la agresividad y ve siempre a por su segundo saque, ataca desde el resto". Muguruza recompuso el escenario y pasó castigar los flancos de Ostapenko (al fin, solo 42% de puntos ganados con primeros saques)... para firmar los últimos cinco juegos del partido.
Ocurra lo que ocurra en Roma, Muguruza saldrá en el cuadro de Roland Garros como número cuatro... y sin Maria Sharapova en acción: Sharapova, la 'bestia rubia' de Garbiñe en 2014 en París, y que la superó en las tres veces que se cruzaron. En Roma, las opciones de Muguruza parecen agrandarse al mismo ritmo que su pegada.