Rafa Nadal, a cuartos, tras salvar un 'match point' ante Zverev
Nadal se impuso a Zverev por 6-7 (8), 6-0 y 7-5 tras superar ese punto de partido en el tercer set. En cuartos de final el mallorquín se medirá al japonés Kei Nishikori
En pleno cruce de caminos y generaciones, Rafael Nadal Parera, rumbo a los 30 años, produjo uno de aquellos milagros suyos de los días de gloria ante Alexander ‘Sascha’ Zverev, el joven prodigio alemán de 18 años, hijo de rusos: padre, tenista (Alexander Sr.) y madre, entrenadora: Irina Cuando Nadal ganó el primero de sus nueve Roland Garros, en 2005, Sascha Zverev (nacido en abril de 1997) acababa de cumplir ocho añitos. Ahora, en Indian Wells, Rafa Nadal salvó un punto de partido ante Sascha Zverev cuando el ‘teenager’ alemán (hoy, número 58 de la ATP) servía con 5-3 a favor para cerrar el día en la tercera manga. Entonces, y tras una defensa a la desesperada, la volea de Zverev se estrelló en la red… y Nadal acabó ganando los cuatro juegos finales y 18 de los últimos 21 puntos.
Todo concluyó en dos horas y 34 minutos: 6-7 (8), 6-0 y 7-5 para Nadal, que en cuartos se enfrentará con el japonés Kei Nishikori, quien batió en 2 horas y 10 minutos a John Isner 1-6, 7-6 y 7-6. Rafa también defiende ya sus 180 puntos de los cuartos de 2015 en este mismo torneo y eso le da oportunidad de acercarse a Stan Wawrinka (eliminado en octavos por David Goffin) en la cuarta plaza de la ATP.
A 33 grados, 11% de humedad, y con las bolas ultrarrápidas a causa del calor, Zverev escapó hasta un 2-4, y ahí… Rafael Nadal recibió la primera amonestación en su carrera “por obscenidad audible”, al protestar airadamente al árbitro francés Cédric Mourier los parones de Zverev en las mociones de servicio. Con 5-4 favor y 93% de puntos ganados con primeros saques (entre 215 y 220 km/h), Zverev (1,98 de altura) sirvió para cerrar el set, pero Nadal se agarró a la pista hasta el tiebreak, que cedió por 8/10 tras desaprovechar dos puntos de set, uno con su servicio en 8/7: el set duró una hora.
En la segunda manga, Nadal adelantó el resto, cargó de salida, Zverev se relajó… y Rafa brincó hasta 4-0 en 25 minutos, de paso para un demoledor 6-0 en 32 minutos, ante un rival que parecía como de vuelta. En realidad, Sascha esperaba su ocasión, y, en un nuevo diente de sierra, el set final arrancó con 0-2 para un Zverev que aceleró el ritmo de servicio e intercambió saques directos (nueve) con dobles faltas (once). Con 1-4, Nadal parecía apurar el oxígeno. A esas alturas de set, Rafa solo había ganado en este set cuatro de 13 puntos jugados bajo su servicio… y 6/16 en peloteos desde el fondo. Eso mientras Zverev fusilaba las líneas. Así, Sascha dispuso de dos ocasiones para el 1-5, justo cuando subía hasta el 92% de puntos ganados con primeros saques en este parcial… a las alturas que Nadal viajaba en 47%. Pero, con 5-3 a favor y servicio, Zverev se disparó hasta 30/0. En 40/30, Zverev sirvió y jugó el punto de partido a favor que mandó a la red en volea a quemarropa tras una defensa desesperada en el lado del revés de un Nadal que se negaba a perder. Con solo 34% de puntos ganados con segundos saques (15/43), el ‘teenager’ de Hamburgo se desplomó anímicamente y solo ganó tres de los últimos 21 puntos, mientras Rafa renacía, galopaba y volaba. Los cuatro juegos finales (en realidad, los cinco últimos) pertenecieron a un Nadal en mágica resurrección desde el borde de la fosa y que mañana chocará con Nishikori. Victoria milagrosa… y milagro de victoria: en pleno cruce de caminos.