Nadal no comete ni un error en juego para tumbar a Isner

En el camino que lleva a Roland Garros, donde Rafa Nadal aspira a un décimo título, cualquier síntoma, bueno o malo, que ofrece el campeón ilusiona o preocupa. Y el Masters 1.000 de Roma es la última parada antes de París. Allí, el número siete del mundo pisa ya los cuartos de final tras firmar, con su versión ilusionante, un partido casi perfecto ante John Isner: 6-4 y 6-4 en 1h 19.

Con el sol cayendo a plomo sobre el Foro Itálico, el saque de Nadal hizo pequeño al gigante Isner (2,08 m.). Sirva la demostración del primer set, cuando el español no concedió ni una bola de rotura y no perdió ni un solo punto jugado con sus primeros servicios (17/17), y sólo cuatro con segundos (42%). Nadie había desmontado el cañón de Isner desde el 16 de abril, y encadenaba 84 juegos consecutivos sin perder su saque. Ese día en Montecarlo fue Nadal el que le hizo un break… La misma pesadilla que se hizo presente en Roma, y que al resto movió a la torre de Greensboro de lado a lado para ir talando su resistencia.

En el segundo parcial, tras algún ‘manotazo’ mágico cerca de la red para sacudirse problemas y la misma seguridad al saque, Nadal consiguió un break para 5-4 con el que enfiló hacia la victoria. La versión de Nadal fue casi perfecta. Cometió sólo tres errores no forzados (tres dobles faltas) en todo el partido. Es decir, no falló ni un tiro con la bola en juego. Máxima fiabilidad. Y con su saque marcó un 89% de puntos ganados con primeros y 41% con segundos. Su siguiente test será Stanislas Wawrinka, que derrotó en dos sets a Dominic Thiem. El de Isner lo pasó con nota.