Roger Federer y Wawrinka, en pleno choque de trenes en Suiza

Las redes sociales y los medios de Francia y Suiza ardían ayer entre las brasas de la dura rivalidad que ha surgido cara a la final de la Copa Davis de este fin de semana, en Lille: y no se trata precisamente del duelo decisivo entre franceses y suizos, sino de otro choque frontal: el incendio declarado entre Roger Federer y Stan Wawrinka, los dos líderes del tenis helvético, a raíz de su trepidante semifinal de la Masters Cup, en la noche del sábado.

Está confirmado que tras el drama que se vivió en la pista del O2 Arena de Londres, con victoria final de Federer, una gran discusión a la suiza tomó forma en vestuarios. Se puede comprobar en imágenes de televisión como Federer, durante el tercer set del partido, mandó callar a su esposa Mirka... que de inmediato arroja su teléfono con despecho. Informaciones de la prensa suiza que también llegaron a Francia aseguran que eso sucedió porque Wawrinka se quejó a Federer de que Mirka gritaba a Stan incluso entre saque y saque. Y que Mirka Federer llegó a llamar a Stan... ‘crybaby’: niño llorón. Otras imágenes del set final del sábado muestran a Wawrinka discutiendo acremente con alguien del público cercano a la pista: las imágenes no muestran quién es ese alguien.

Los medios suizos (con los que Wawrinka maneja una relación más cercana que la de Federer) vuelven a la carga. Y cuentan que en el vestuario, Wawrinka dijo a Federer (que le reprochaba la posibilidad de tener que renunciar a la final con Djokovic): “Si tu pensamiento va a ser no jugar la final con Djokovic porque te duele la espalda, ¿por qué no me dejaste ganar?”. Al fin, Wawrinka compareció ante la Prensa del Arena, ya de madrugada: entre sollozos. Y, ¿a qué se dedicaba el gran Roger Federer...?

Tras su anuncio oficial de no comparecencia, Federer dejó plantados a los periodistas y al propio Mourinho. “Ha sido un final de temporada muy decepcionante... intentaré recuperarme lo antes posible”, dijo Roger en entrevista transcrita por la ATP. Ipso facto, Federer tiró de avión privado para volar a Basilea en busca de consulta con su médico personal. Al fin y a primera hora de la tarde del lunes, el avión privado de Federer aterrizó en Lille. Wawrinka ya había llegado allí, directo desde Londres gracias al tren Eurostar. Dos trenes suizos se cruzan y llegan a Lille en pleno rumbo de colisión: Federer-Wawrinka.