MASTERS 1.000 PARÍS
Feliciano: "No me quita el sueño jugar la Davis por ir a Río"
Feliciano López camina a sus 33 años como 14º de la ATP, su mejor ránking: con menos peso y con fecha de boda que coincide con la Davis. Juega con Berdych.
—Con 33 años, si le dicen en enero que alcanzaría su mejor ránking, ¿qué responde?
—No me lo imaginaba. Siempre piensas que igual es el último año. Estar así es un regalo.
—¿Anima tener ahí, cerquita, el top-ten?
—No me lo planteo a corto plazo. Quiero acabar en la mejor posición que pueda. Es verdad que la temporada próxima, hasta la hierba, tengo pocos puntos que defender y se me presenta una oportunidad única. Pero cuando uno se marca objetivos, se presiona demasiado.
—Lo que se le ve es muy fino. ¿Ha bajado de peso?
—Sí, tres kilos más o menos. Tengo buena genética en ese sentido, pero pensé que para alargar la carrera el físico era lo más importante. Y le di prioridad (ahora viaja todo el año con un fisioterapeuta, Marc Boada). Verme más ligero, sin perder fuerza, me ayuda a mantenerme con ilusión. Ves que los jóvenes no te superan.
—¿Y hace alguna dieta?
—Siempre he comido de todo. Iba a una gasolinera y me zampaba un paquete de donettes. Ahora eso no lo hago: ni Coca-Cola, ni pan. Me cuido más.
—¿Y se ve como Federer con los niños por el circuito?
—¡Bufff! Necesita una gran infraestructura. De momento, con la boda tengo suficiente…
—Es el 17 de julio. Coincide con la eliminatoria de Davis. Usted seguro que ya no va…
—Sí, me caso en Toledo y este verano mi novia buscó y nos dieron el 11 o el 17. Elegimos este último porque el fin de semana anterior se casa Ferrero. Es justo tras Wimbledon y tampoco caí. No sabía que cambiaban las fechas de la Davis.
—Por cierto, para poder competir en Río 2016 deben jugar la Davis (él sólo una eliminatoria: necesita dos en vez de tres en el ciclo olímpico, una en 2015 o 2016 por haber jugado más de 20 en la Davis)...
—Sí, pero no me quita el sueño tampoco. Estamos hablando de dos años. Me encantan los Juegos y el recuerdo de los últimos no es el mejor porque con Ferrer casi ganamos medalla. Al final, tengo que pensar un poco en mí. Y no creo que la Federación nos pueda hacer sentir eso una forma de coacción.