MUTUA MADRID OPEN
Nishikori necesitó diez bolas de partido para tumbar a Ferrer
El japonés, que tuvo que ser atendido tres veces por el fisio de la zona lumbar, consiguió rendir al de Jávea: 7-6 (5), 5-7 y 6-3.
Kei Nishikori, un tenista que lleva dos días arrastrando problemas físicos, disputará mañana (19:00, Antena 3) su primera final de Masters 1.000. En la tierra de Madrid, ante el rey de la arcilla y avalado por su condición de top-ten, que estrenará desde el lunes después de un año excepcional con victoria en Memphis, semifinales en Miami (ganó a Dimitrov, Ferrer y Federer para luego retirarse) y título en el Godó. Venía de encadenar nueve victorias seguidas sobre tierra y la décima la consiguió frente a David Ferrer: 7-6 (5), 5-7 y 6-3 tras 2h:55 de épica que puede dejarle más secuelas. Con Nadal se ha medido seis veces y ha perdido las seis.
El japonés, de 24 años, supo remar en el primer set, cuando se vio con un break en contra y 5-2 abajo. En el noveno juego consiguió arrebatarle el servicio al número cinco y llevó la manga a una muerte súbita en la que mostró su regularidad. Pegando muy duro, el nipón formado en la academia de Nick Bollettieri, demostró que iba a ser duro de roer.
En el segundo, el discípulo de Michael Chang, que le aconseja varias semanas al año aunque no está en Madrid, se movió en el alambre. Tieso. Ya ante Feliciano López evidenció problemas en la zona lumbar y en la semifinal tuvo que ser atendido por el fisio una primera vez con 2-2 (tres al final del partido). Aun así el nipón siguió luchando y se procuró una bola de partido con 4-5 que neutralizó el número cinco con un gran revés. De ahí se pasó a un break de Ferrer para 6-5 y luego cerró para 7-6 a la segunda bola de que dispuso. Ya se llevaban dos horas de batalla.
En la manga final, el menudo japonés no perdió la concentración. Jugó al límite, con muchos errores no forzados, y apoyado en un gran saque y rompió en el sexto juego. Pero Ferrer se resistió a rendirse y levantó otras nueve bolas de partido en un juego que se fue a más de 18 minutos. De ahí salió exhausto Nishikori hacia la trinchera y el drive de Nadal. Tocado y con casi tres horas sobre las piernas, está ante su gran día.