España, cerca del abismo pese a 32 aces de Feliciano López

Sin la veterana estrella Tommy Haas en acción, al menos hasta el dobles de hoy, Alemania tiene a España al borde de la eliminación con el 2-0. Dicho así parece tan fácil para los alemanes del capitán Arriens como demoledor para los españoles del debutante capitán Moyá, quien se estrenó con un bautismo de fuego y tensión. “He estado más nervioso y he sufrido más que como jugador”, admitió Moyá.

En realidad, y en un ejercicio de crueldad para Moyá y sus hombres, los alemanes llegaron al 2-0 como cuando uno recibe una granizada de balas y, de todos modos, consigue ponerse a salvo sin un rasguño: 32 saques directos de Feliciano López estallaron durante tres horas y 51 minutos en el cuadro de recepción de Florian Mayer: sólo para que el castigado alemán rematara el partido y firmara el 2-0 gracias a sendas dobles faltas de López en el segundo juego del quinto set. En el arranque de ese set final, Feliciano buscó una raqueta recién encordada para dar el tiro de gracia a Mayer... y lo que hizo fue dispararse a sí mismo en el pie.

Al fin, Feliciano perdió ese segundo punto después de firmar más golpes ganadores (59-45) y menos errores no forzados (45-48) que un Mayer dolorido en hombro, codo y pie derecho, y que tenía pinta de abandonar en cualquier momento. Pero, tan bombardeado como la casa natal de Goethe en el centro histórico de Fráncfort, en 1945 (los aliados dejaron caer allí 12.197 toneladas de bombas), Mayer fue capaz de renacer, resurgir… y emerger victorioso después de cinco sets, tres horas y 51 minutos de fuego a discreción, asaltos de Feliciano y caídas del extraño alemán de Bayreuth: que se impuso por 7-6 (6), 7-6 (4), 1-6, 5-7 y 6-3. Feliciano sólo se rindió al quinto punto de partido, el saque directo número 15 de Mayer.

Bloqueado. Ahí se estaba con 1-0 para los alemanes gracias al triunfo inicial de Philipp Kohlschreiber sobre el bloqueado debutante Roberto Bautista Agut: 6-2, 6-4, 6-2. El revés y los restos de Kohli Kohlschreiber ejecutaron un trabajo quirúrgico que desnudó con precisión de bisturí la nerviosa piel del juego de Bautista. Lo mejor de Bautista fue la frase con la que resumió sus padecimientos del día: “He ido bastante de culo”. Terminado el asunto, Kohlschreiber se ajustaba la correa del reloj con la pulcritud de un jefe de estación al fin del horario de trabajo.

Así, la España de Moyá se presenta en el turno de dobles de hoy bajo la losa de un 0-2… que ningún equipo español ha remontado jamás dentro del formato del Grupo Mundial de la Copa Davis. “Broma pesada, chiste malo”, resumió Moyá. Literalmente, y en inglés: “A hard joke”. “Los nervios y la tensión afectan más a los músculos en Copa Davis que en un Grand Slam”, apunta Feliciano: sólo se rindió tras haber vaciado el cargador.