Nadal anula el cañón de Janowicz, que sacó a 234 km/h

Bajo el cañón rugiente de Jerzy Janowicz, que sirvió a 234 km/h, y perseguido al milímetro por los mismos jueces de Roland Garros, un árbitro francés y el buen pueblo de París, Rafael Nadal Parera se motivó como Rafael Nadal Parera… y expulsó de Bercy en hora y 43 minutos al cañonero Janowicz (2,03 de altura). El tanteo de 7-5 y 6-4 lleva a Nadal a jugar su turno de cuartos contra Richard Gasquet, a partir de las 19:30 del viernes.

En el noveno juego del primer set, Janowicz fusiló a 231 km/h el cuarto de sus ocho saques directos y cerró el juego con un disparo a 234 km/h que impactó como una granada explosiva en el marco de la raqueta de Nadal. La bola rebotó y se marchó sin control. Janowicz se sentó con 5-4 a favor, enseñando bíceps entre el júbilo de ese buen pueblo de París que ha visto a Monsieur Nadal Parera, su querido verdugo, alzar ocho veces la Copa de los Mosqueteros en el corazón de Roland Garros.

Tensionado y al acecho, Nadal contemplaba torvamente el cariño entre Janowicz y las tribunas. De inmediato, Rafa procedió a ensartar cuatro juegos seguidos bajo las orugas del sacador gigante, como cuatro granadas contracarro: de 5-4 para Janowicz a 7-5 y 1-0 para Nadal. Esos cuatro juegos voltearon el escenario. Después, Rafa acusó nervios, cedió un servicio y necesitó tres ‘match points’ para cerrar el partido, tras servir un par de dobles faltas en el último juego. Al fin, enmudecieron el cañón de Polonia y el buen pueblo de París, perdido rumbo a la Bastilla. Hoy volverán casi todos: Nadal, Gasquet y el pueblo. Janowicz, no.