MUTUA MADRID OPEN
Nadal se aplica al saque para tumbar al francés Paire
Ganó al francés, que no le dio ritmo, por 6-3 y 6-4, y se enfrentará mañana a Youzhny. La Caja Mágica celebró los chispazos del español como goles.
Rafa Nadal apareció en Madrid, calentó el ambiente y se aplicó con su saque para derrotar a Benoit Paire por 6-3 y 6-4 en 1h:26. Mañana se enfrentará en octavos a Mikhail Youzhny. Ya no está Novak Djokovic en Madrid, expulsado por el talentoso Grigor Dimitrov a las primeras de cambio, pero sí debe de permanecer en la mente de Rafa y de su tío Toni. Porque después de Madrid llegará Roma y después el reto del octavo Roland Garros, ese torneo que tiene obsesionado al serbio para cerrar el Grand Slam.
“Conociendo a Nadal, le habrá estado dando vueltas y vueltas a por qué le ganó Djokovic en Montecarlo y sabrá ya qué tiene que hacer para solucionarlo”, contaba por los pasillos Antonio Martínez Cascales, que dirigió la carrera de otro número uno, Juan Carlos Ferrero. Lo que pasó en el Principado es que Nadal, además de faltarle un punto físico, sacó mal. Acabó con un 55% de puntos ganados con primer servicio y un 31% de segundos. Pues bien, en su estreno en el Mutua Madrid Open sólo había cedido un punto con su saque al francés cuando se llevaban 20 minutos e iba arriba 3-2. La única bola de break del partido para el de Avignon, que cumplía 24 años, llegó tras una hora, con 1-2 en la segunda manga. Finalizó, con algún altibajo, con 74% de puntos ganados con primeros y 75% de segundos. Eficiente con el ejercicio.
Lo de aplicarse en el saque, y conseguir ser agresivo, parecía una misión. Y Nadal vivió mejor cuanto mejor sacó. Paire, 37º del mundo y que le llevó a un tie-break en el primer set del partido que jugaron el reciente Godó, le echó ganas. Y recursos. Sabedor de que entrar en el cuerpo a cuerpo con el número cinco era suicidarse, tiró muchas voleas. Forzó winners (y con ellos más errores no forzados) y por momentos divirtió. Pero cada punto con chispa de Rafa era celebrado como un gol en el Bernabéu. La Caja coreaba el nombre del ídolo. En la primera manga, Rafa quebró para 4-2 y en el segundo para 5-4 y llevarse el partido sirviendo.
“Ha sido complicado porque era un rival muy incómodo, no daba ritmo”, evaluó Nadal. En Madrid nadie regala nada. Que se lo digan a Djokovic. “Esto es un Masters 1.000 y no falta ninguno de los mejores. Son cosas que pueden pasar y Djokovic lleva un año fantástico. Yo también estuve a punto de perder con Dimitrov en Montecarlo”, avisó el español, que cada vez que aparece en pista lleva la pasión a la grada. Esto acaba de empezar.