Canadá 2 - España 1
Marcel Granollers y Marc López sufren pero acortan distancias
La pareja española que conquistó el título de la Masters Cup en 2012, sufrió pero batió a los canadienses Nestor y Pospisil: 4-6, 6-4, 6-7, 6-3, 6-2 en tres horas y 53 minutos.
El triunfo de Granollers y López firma el primer punto español en una eliminatoria que ahora navega con 2-1 para Canadá, a la espera de la jornada final de individuales, que comienza hoy a las 20:00 horas. El primer partido de esta jornada final cruzará (en teoría) a los dos números uno: el canadiense Milos Raonic, número 15 de la ATP, contra Marcel Granollers. El quinto y último punto, que puede ser vital si Raonic falla en el cuarto, estará en manos de los dos ‘numeros dos’: Frank Dancevic y Albert Ramos. De acuerdo a las circunstancias, Alex Corretja puede valorar la alineación de Guillermo García López.
La clave del éxito español en los dobles residió en el hundimiento físico del zurdo Daniel Nestor (40 años, cuarto doblista mundial), que se desfondó a partir del cuarto set, cuando el partido se dirigía hacia las tres horas de duración. De las cinco roturas de servicio que sufrieron los canadienses (España, con 72% de primeros servicios, sólo concedió dos ‘breaks’), tres iban a llegar durante los turnos de Nestor, autor de dobles faltas decisivas en momentos cruciales. En total, Pospisil y Nestor contabilizaron diez dobles faltas, por sólo dos de Granollers-López.
Un mal porcentaje de 57% en primeros servicios también resultó mortal para las aspiraciones de los canadienses, que deseaban sentenciar la eliminatoria con 3-0. Pospisil y Nestor sumaron 57 errores no forzados, por sólo 23 de Granollers-López, que sirvieron seis saques directos, uno menos que los canadienses. Cuando los canadienses parecían disparados hacia el triunfo con ventaja de dos sets a uno, Nestor empezó a emitir señales de cansancio y a cometer fallos clamorosos que arrastraron al joven Vasek Pospisil. En los dos sets finales, Granollers y López impusieron su juego de pista. En Vancouver, España sigue al borde del abismo del ‘playoff’ de descenso, pero aún tiene cartas que jugar.