"La gran victoria de mi vida fue contra el cáncer"

¿Qué sensación tiene al volver donde ganó hace cincuenta años?

Poder regresar a Barcelona es algo muy grande para mí y más cuando vengo a un gran torneo que me trae muchos y muy especiales recuerdos.

¿A quién considera el mejor jugador del mundo ahora?

Eso es muy difícil de decir en estos momentos, porque Roger Federer y Rafa Nadal dominan el tenis mundial y Novak Djokovic parece ser la alternativa a su domino. Pero si se quiere calificar a uno como el mejor, ese es Nadal.

¿Qué le sugiere Rafa Nadal, el actual número uno?

Es un jugador extraordinario y durísimo. Pienso que su actitud mental supera a su potencia física y eso es lo que le hace aún más grande; solo hay que ver cómo lucha por cada punto.

¿Cree que alguien igualará su marca de 28 Grand Slams entre individuales y dobles?

Será difícil porque actualmente los jugadores no compiten mucho por parejas. Piense que de esos 28, 16 son en dobles. La verdad es que Nadal, con 24 años, podría lograrlo.

El saque era, junto a la volea, su arma más letal. ¿Es cierto que la potencia le venía de ordeñar tantas vacas en su juventud?

La calidad de los jugadores aficionados estaba en la potencia del saque y la volea y es cierto que parte de mi fuerza estaba ahí. En la granja de mis padres llegaba a ordeñar unas cien vacas cada día, así que no oculto que eso me debió de ayudar mucho para fortalecer las muñecas.

¿Quién ha sido su rival más temible?

Sin duda alguna Pancho González, uno de los grandes profesionales de esa epoca, y Rod Laver, antes de su paso a profesional, era un rival implacable

Usted lo ganó todo. ¿Hay algo que se dejase atrás?

Siempre hay algo que dejas atrás, pero quizás sea la única derrota en las nueve veces que formé parte del equipo de Australia en la Copa Davis, cuando caímos frente a Estados Unidos en Adelaida, en 1963. Gané los dos individuales, pero perdí con Neale Fraser en dobles.

¿Son ahora los tenistas mejores que antes o es solo cuestión de potencia?

En la actualidad los jugadores empiezan muy jóvenes y se van desarrollando muy rápido con una preparación de gran nivel y esto les confiere gran potencia física, lo que representa un cambio muy notable respecto a mi época. Y si a eso se le suma las sofisticadas raquetas que se utilizan, el resultado es un juego rápido y de gran potencia.

¿Que recuerda de Manolo Santana y de Andrés Gimeno?

Manolo era un jugador maravilloso y gané el torneo de dobles en el Godó de 1963 con él. En individuales le vencí en 1961 y 1964 y en la Copa Davis protagonizamos un encuentro muy duro que ganó él. De Andrés Gimeno puedo decir que fue todo un caballero en su carrera, pero coincidimos poco porque fue uno de los primeros profesionales.

¿Superar, en 2006, un cáncer de próstata qué supuso para usted?

Ha sido la mayor victoria de toda mi vida porque parecía que no lo iba a superar, pero he sido competitivo toda mi vida e hice que mi mente no se rindiese. Acepté que se me aplicase un sistema totalmente nuevo de cirugía robótica desarrollado por el doctor David Samadi en el Mount Sinai Medical Center de Nueva York. Fue la mejor decisión que he tomado en mi vida.

¿Qué le dijo Roger Federer cuando en el 2003 le regaló una vaca como premio por ganar en Gstaad?

Cuando la vio llegar por la alfombra roja donde están los vencedores me dijo: "Esto sí que es una verdadera sorpresa". El regalo fue de un patrocinador suizo de una firma de quesos por haber ganado en Wimbledon por primera vez. Yo se la entregué y la aceptó. Fue curioso porque al año siguiente volvió a ganar Wimbledon y ya no le regalaron otra vaca. La del año anterior, a la que bautizó Juliette, tuvo un ternero y la organización creyó poco conveniente regalarle otra vaca... y supongo que él también.

¿Aún sigue jugando a tenis?

La verdad es que ahora no juego mucho, pero la verdad es que me gustaría hacerlo más.

Ganó a España dos veces (1965 y 1967) en las dos primeras finales de Copa Davis que jugó España, en las que les rindieron visita. En 1965 perdió con Santana en un cuarto set increíble (13-15) y en 1967 le arrasó usted (6-4, 6-1, 6-1). ¿Eso de jugar en hierba era la clave?

La verdad es que en hierba éramos casi imbatibles, pero también me gustaba jugar en tierra, gané muchos partidos aquí y la verdad es que Manolo Santana era muy bueno también en hierba.